Rusia vende a India sistemas de defensa antiaérea a pesar de las amenazas de Washington

Ciencia y Tecnología
NIKOLÁI LITOVKIN
El país asiático recibirá varias unidades del sistema de defensa antiaérea S-400. El contrato entre ambos países asciende a 5.000 millones de dólares.

El presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro indio, Narendra Modi, firmaron el pasado 5 de octubre un acuerdo armamentístico por valor de 5.000 millones de dólares. Moscú suministrará a Nueva Delhi varias unidades del sistema de defensa antiaérea S-400 Triumf, con el objetivo de que India pueda crear su propia “cúpula de hierro”.

El contrato se firmó a pesar de las amenazas de Washington sobre posible sanciones contra India.

Se desconocen las fechas de entrega ya que Rusia tiene que construir antes de este envío otros lotes de este sistema, que enviará a Turquía y China.

¿Qué es el S-400?

El S-400 Triumf está considerado uno de los mejores, si no el mejor, sistema de defensa antiaérea del mundo. Puede derribar cualquier objetivo aéreo moderno y antiguo, desde bombas no guiadas hasta aviones de combate de alta tecnología de quinta generación, pasando por misiles de crucero e incluso misiles balísticos intercontinentales con ojivas nucleares.

Cada batería incluye cuatro instalaciones de lanzamiento, con cuatro misiles cada una, por lo que cada estación cuenta con 16 misiles capaces de derribar objetivos a una distancia de 200 km. Además, en el contrato se incluyen equipamientos de combate de reserva, así como máquinas para el transporte de carga, estaciones de radar, un puesto de mando y toda una serie de vehículos de apoyo.

¿Qué nos depara el futuro?

Junto con el contrato del S-400, Rusia e India barajan la posibilidad de firmar un acuerdo para la entrega del primer lote de sus misiles BrahMos, de producción conjunta, a un país asiático. La versión de exportación del misil puede alcanzar objetivos navales y terrestres a una distancia de hasta 300 km y volar a 2,8 veces la velocidad del sonido. Rusia e India también consideran trabajar juntos para crear una versión hipersónica de esta arma.

Así trabajan los operarios de los S-300 y S-400, los sistemas antimisiles más potentes del mundo.