Una vez se dio este primer paso, el juego comenzó a perfeccionarse y no fue hasta el mes siguiente que comenzó a distribuirse en Rusia. Un año después de su lanzamiento en la URSS, una versión renovada y en color comenzó a abrirse paso más allá de las fronteras soviéticas. Poco después comenzó a popularizarse y, más de 30 años después, puede decirse que es un reconocible icono de Rusia en todo el mundo.
El juego lo ideó Alexéi Pázhitnov, que programó una versión de su juego en un ordenador Electrónika 60. Aunque un momento clave para la expansión fue cuando Vadim Guerásimov, un joven de 16 años que trabajaba en la Academia, portó el juego a IBM PC. La distribución del juego, en cambio, no fue tan sencilla.
Los mandatarios soviéticos pretendían cerrar en firme un contrato con empresas extranjeras pero estas comenzaron a distribuir versiones piratas del Tetris y a revender unos derechos que en realidad no les pertenecían. Finalmente la empresa Atari se hizo con la licencia para máquinas recreativas, y Nintendo obtuvo la modalidad para consolas.
La situación de los derechos de autor y los beneficios es propia de aquella época. Pázhitnov, que fue el creador, no obtuvo ingresos por ello durante la década de los 80. Sin embargo, en 1991 se mudó a EE UU y creó una empresa relacionada con el popular juego. En la actualidad percibe dinero de los nuevos lanzamientos del Tetris. Por su parte, Guerásimov, que ayudó a adaptar el juego a los formatos de IBM, discrepa de esta decisión.
Más allá de estas batallas legales, gente de todo el mundo ha pasado horas rellenando los huecos con las geométricas piezas, en una u otra versión.
Por cierto, el nombre deriva del prefijo griego “tetra-” (que significa “cuatro” ya que las piezas del juego contienen siempre cuatro segmentos) y del tenis, el deporte favorito del creador, Pázhitnov.
En Russia Beyond hemos explorado con detalle la historia del Tetris en varios artículos, como este o este otro.
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