Imprimiendo para el espacio: las maravillas de la nueva impresora 3D de Rusia

Ciencia y Tecnología
ARSENI KALÁSHNIKOV
Emprendedores con base en Moscú han desarrollado una tecnología que reproduce no solo la forma, sino también la estructura, de las resinas compuestas, materiales vitales en la construcción aeroespacial.

Las resinas compuestas son como la última frontera para los sistemas espaciales, lo que incluye los vehículos de lanzamiento y los telescopios de observación. Son conocidas por su fuerza y durabilidad que otorgan a los objetos, aunque son bastante más ligeras que otros materiales.

De hecho, casi el 60% de los aviones están hechos de este material. Sin embargo, también tienen muchas desventajas. Actualmente, la startup con base en Moscú, Anisoprint, cree que ha encontrado la solución.

“Diferentes industrias tenían muchas esperanzas puestas en las resinas compuestas, pero se decepcionaron rápidamente porque es difícil utilizarlas adecuadamente”, comenta Fiódor Antónov, fundador de Anisoprint.

“Las resinas compuestas son muy anisótropas, eso quiere decir que son más fuertes en un corte longitudinal que a través de ellas, al contrario que los metales. Sin embargo, los ingenieros colocan capas de fibra en diferentes ángulos, las cortan y extraen el material, lo que hace que se coloquen revestimientos adicionales, lo que provoca que haya defectos. Los desarrolladores necesitan un material cuyas propiedades se mantengan estables, independientemente de la dirección en la que se aplique la carga”.

Anisoprint ha desarrollado una nueva tecnología en impresoras 3D de objetos hechos a base de resinas compuestas. Gracias a la tecnología patentada de capas de fibra, la impresora es capaz de reproducir tanto la estructura como la forma específica. “Anisoprint es una nueva moda en la impresión en 3D”, cree Antónov.

En 2015 la Universidad de Carolina del Sur (EE UU) compró el único cabezal de impresión desarrollado por Anisoprint y se convirtió en el primer cliente de la compañía. Posteriormente, un inversor privado contribuyó con unos 400.000 dólares para el desarrollo de la startup.

Según Antónov, entre los socios de Anisoprint se incluye Airbus, un líder global en el ámbito de la aeronautica. La startup trata actualmente de extender las aplicaciones de la impresión en 3D. La adopción en masa permitirá imprimir drones, robots así como suelas para zapatos y, con el tiempo, “una funda para tu iPhone que no se dobla”.

Según explica Antónov, su tecnología también puede utilizarse para los automóviles de carreras porque las resinas compuestas pueden hacerlos más fuertes y ligeros.

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