Científicos rusos del Instituto de Tecnología de Skólkovo (Skoltech) han utilizado imágenes dispobibles de manera pública tomadas en California el año pasado, para entrenar una red neuronal que distingue entre edificios destruidos y los que no han sido afectados por el fuego.
La red artificial identificó de manera eficiente casas quemadas en Santa Rosa, localidad afectada por grandes incendios. En caso de que esta tecnología se utilice en un desastre, servirá para establecer la magnitud de lo ocurrido y los daños aproximados.
Según ha explicado Vladímir Ignátiev, investigador científico de Skoltech, los algoritmos son capaces de analizar imágenes de satélite multitemporales y detectar los cambios en los objetos que pertenecen a una determinada clasificación.
“La solución será de gran ayuda en varias tareas de investigación y en aplicaciones industriales de monitorización de áreas, como por ejemplo, la detección de nuevos lugares de construcción, el asesoramiento en el establecimiento de la densidad de población y en la gestión de riesgos en áreas protegidas”, declara Ignátiev.
Los algoritmos han sido desarrollados por AeroNet Lab en el centro de Skólkovo para Ciencia Computacional y de Datos e Ingeniería en colaboración con el profesor Evgueni Burnáiev.
AeroNet Lab crea soluciones basadas en el aprendizaje profundo y en la visión por ordenador. El laboratorio utiliza imágenes aéreas y por satélite para monitorear la seguridad de amplias zonas con infraestructura industrial, para detectar filtraciones o prevenir construcciones ilegales. También se dedica a dar recomendaciones a los promotores inmobiliarios así como a predecir las cosechas y las sequías en los bosques y en el ámbito de la agricultura.
El nuevo algoritmo ha despertado el interés entre varias organizaciones estatales y humanitarias, así como compañías de negocios, explicaron en un comunicado en Skoltech.
En 2017 ardieron en EE UU 2,27 millones de hectáreas, lo que supuso un considerable aumento respecto a años anteriores. Los incendios también se han extendido este verano en Rusia y la NASA mostró imágenes satelitales de la destrucción que habían provocado. En Brasil, Nueva Zelanda y varias partes de Europa, como Portugal y España, también ha habido amplias áreas destruidas por el fuego.
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