Se puede juzgar la actividad de las universidades de nivel mundial en base a sus proyectos internacionales. Russia Beyond explora los experimentos que se realizan en la Universidad Politécnica de San Petersburgo “Pedro el Grande”, que expanden las fronteras de la realidad y contribuyen a hacer un mundo mejor.
Nueva generación de estaciones lunares
Desde hace tiempo se sabe que la colonización de la superficie de la Luna es una cuestión de tiempo. Pero una persona solo puede trabajar allí durante cinco horas, y para la creación de una estación lunar se necesitan meses. La serie de experimentos ruso-alemanes denominada “Kóntur”, en la cual participan científicos de la Universidad Politécnica de San Petersburgo, incluye la prueba de un grupo completo de robot planetarios que trabajarán, junto con los humanos, en la construcción de una estación lunar.
Lo esencial de este experimento es la tecnología. Los cosmonautas controlarán a distancia los robots y sentirán todos los movimientos y contactos del ambiente que le rodea a través de un joystick.
Ya se han realizado experimentos para controlar desde la Tierra un robot localizado en la EEI. También hubo una prueba en la que un cosmonauta situado en la EEI controlaba un robot situado en la Tierra. Se espera que el experimento concluya en 2020, cuando se desarrollen todos los algoritmos y el equipamiento tecnológico.
Algas en lugar de petróleo
¿Qué tienen en común las algas y el petróleo? Ambas pueden utilizarse como combustible. Estudiantes y graduados de la Universidad Tecnológica de Hamburgo, junto con los de la Politécnica de San Petersburgo han ganado un proyecto internacional que desarrollará biotecnologías innovadoras basadas en la Chlorella sorokiniana.
“Se trata de cultivar un tipo alemán de chlorella (un alga microscópica) que producirá componentes valiosos como lípidos. Esencialmente los lípidos son grasas que todo el mundo utiliza para construir biocombustibles”, comenta la profesora Natalia Poletáeva, directora del grupo de investigación de científicos rusos. De esta manera las algas podrán sustituir al petróleo. En Japón, EE UU y Alemania ya se han presentado vehículos que funcionan con este tipo de biocombustible.
Por cierto, la chlorella también puede limpiar el agua contaminada con petróleo.
Fuego en el espacio
Aunque la combustión en el espacio es una situación de emergencia que amenaza a toda la expedición, estos experimentos ayudan a los científicos a entender qué tienen que esperar de un vuelo orbital en caso de que se produzca una combustión. La Politécnica de San Petersburgo, junto con la Universidad de Maryland, College Park, de EE UU, está realizando una serie de experimentos tanto en la Tierra como en la EEI, con el objetivo de entender el comportamiento de varios materiales cuando se queman en condiciones de gravedad cero y en condiciones gravitacionales normales, así como el propio comportamiento de las llamas.
La combsutión en condiciones con poca o falta de gravedad es diferente a la habitual. Por ejemplo, una llama puede arder, quedando un área suave o convirtiéndose en algo inapreciable.
Aunque, en la práctica, los procesos de oxidación se darán de manera normal. Esto se parece a la descomposición en la Tierra.
En el experimento “Flamenco”, los estudiantes reproducirán una llama “espacial” y harán una simulación de un “fuego” con cálculos numéricos en una supercomputadora, antes del experimento propiamente dicho en la nave espacial. Siemens ha instalado una supercomputadora en la Politécnica de San Petersburgo con una capacidad de almacenamiento de datos de un petabyte (un millón de GB).
Barrios “inteligentes” y una “red social” para investigadores
Las ciudades crecen y con ellas lo hace el consumo de energía. ¿Cómo entender exactamente de qué partes de la factura de energía eres responsable y cuál pertenece a las compañías eléctricas y a las autoridades municipales? ¿Cuánto pagas por ti y por el “tipo ese” en tu edificio?
Los participantes en el proyecto Áreas de Ciudades Inteligentes Europeas para el siglo XXI, tratan de responder a este tipo de preguntas. El socio principal es la Universidad Hafen de Hamburgo y los participantes provienen de ocho países europeos.
El experimento incluye el desarrollo del concepto de “área inteligente”. Los socios tienen que escoger un barrio en su ciudad y probar varias soluciones para ahorrar energía. En la práctica esto significa que se instalan sensores en edificios residenciales y de oficinas y que se recoge y se analiza la información en un portal abierto de internet. El portal es accesible para todos: los habitantes de los edificios, los directores de la compañía, los servicios municipales...
Otro proyecto actual de la Politécnica, que sigue el principio de “más información-más actividad”, es el InterTechLink-Pue. Se trata de una plataforma bilateral entre Rusia y China para la colaboración científico-tecnológica. En otra palabras, es una manera de intercambiar información rápidamente entre investigadores e inversores de los dos países en tiempo real. Por el momento se encuentra en periodo de pruebas pero ya se han registrado casi 200 proyectos.
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