La pistola de Kaláshnikov que nunca armó al Ejército Rojo

Ciencia y Tecnología
ÍGOR ROZIN
La primera pistola automática creada por Mijaíl Kaláshnikov fue presentada justo después del final de la Segunda Guerra Mundial

Fue una de las armas de fuego potenciales de los oficiales superiores del Ejército Rojo. Al igual que una pistola APS de Ígor Stechkin (esa derrotó la creación de Kaláshnikov durante los ensayos militares), el arma recibió una funda de madera y un cargador de 20 rondas con cartuchos de 9x18.

La creación de Kaláshnikov pesaba 1,7 kilos con su funda de madera que se podía usar como una culata desmontable para disparar con mayor precisión. Una de sus características principales era su disparador de acción simple y su capacidad para funcionar como una arma semiautomática o totalmente automática con una tasa de disparos extremadamente alta.

Sin embargo, debido a carga de trabajo de Kaláshnikov en la creación de AK-47 (que también vio la luz a finales del 40), no se pudo dedicar suficiente tiempo para afinar todos los aspectos necesarias y crear otra obra maestra que fuese adoptada para el ejército y sirviese durante generaciones. Por lo tanto, el fabricante perdió en las evaluaciones militares en favor de la pistola APS de Ígor Stechkin (una pistola que también disparaba de forma automática 20 cartuchos de munición redonda de 9x18).

Hoy en día solo existen un par de pistolas automáticas Kaláshnikov y puedes verlas en la ciudad de Izhevsk, donde está situada la fábrica de armas de la legendaria empresa fabricante del AK-47. Sin embargo, la creación de Stechkin pasó a equipar a los militares soviéticos en 1951 en un par de variantes y sirvió al país durante 40 años, hasta el final de la guerra afgana.