El primer lote de 1.500 subfusiles nuevos de AK-47 apareció en 1948 e inmediatamente se envió a que realizaran las pruebas militares correspondientes. Aunque el rifle que actualmente llamamos “clásico” es muy diferente de los primeros.
Es fácil notar una serie de diferencias básicas. Los primeros rifles contaban con una culata plegable de metal que posteriormente se cambió por una de madera. También tenía un freno de boca no desmontable que solamente 30 años después, con la serie AK-74, sería desmontable.
“Todas estas características prácticas se eliminaríasn después de las pruebas militares. Los militares decidieron que no era necesario el freno de boca porque el sonido de la presión era demasiado alto y, por otro lado, el trozo de metal afectaba a la precisión del arma. Así que se eliminaron estas dos características”, explica a Russia Beyond, Vadim Kozulin, profesor en la Academia de Ciencias Militares.
Aunque las ideas tecnológicas básicas se mantuvieron en el AK-47 modernizado.
Fue el primer rifle de asalto completamente automático y semiautomático utilizado en Rusia, con un calibre de 7.62x39 mm. El cargador tiene una capacidad de 30 cartuchos y un rango máximo de eficacia de 800 metros.
Una de las principales características del rifle es que funciona en todas las circunstancias climáticas, entre -40ºC y +60Cº, tras una gran lluvia e incluso después de una tormenta de arena.
Actualmente, 70 años después de su creación, el AK-47 sigue siendo una de las armas más utilizadas en guerras de todo el mundo, debido a la gran fiabilidad, su bajo precio y a su poderosa munición de 7.62x39 mm.
Según una investigación de la Universidad de Oxford, se estima que hay más de 100 millones de rifles Kaláshnikov en todo el mundo y que el 75% son AK-47.