Cada vez hay más robots en nuestras vidas, y pronto nos uniremos a ellos emocionalmente a medida que se conviertan en una parte integral de nuestras vidas. Se ocuparán de nuestros niños y ancianos, y los desarrolladores están diseñando robots sexuales avanzados que se parecen más a los humanos que los modelos anteriores.
Mientras que los robots actualmente no son capaces de sentir, se acerca rápidamente el momento en el que la inteligencia artificial (IA) será capaz de dar emociones a las máquinas y permitirles experimentar sentimientos románticos. Pero entonces, ¿qué hacemos con estos robots inteligentes cuando ya son viejos y no nos sirven? ¿Cómo podría uno deshacerse de su ex amante, niño o mascota artificial como si fuesen un viejo trasto, sabiendo además que tienen sentimientos?
¿Enterrarlos como si fuesen mascotas?
En noviembre, un centro tecnológico de Moscú, Phiztechpark, abrió las puertas del primer cementerio robótico de Rusia. La idea surgió después de un accidente con un robot, uno de una serie de máquinas idénticas llamada Alantim, que había sido parte de varios experimentos y pruebas durante algunos años.
Los científicos rusos desarrollaron a Alantim como guardaespaldas biónico para los fans ingleses que vienen a Rusia con motivo de la Copa Mundial del 2018. Uno de estos robots, sin embargo, fue destruido recientemente por un conductor enojado que lo golpeó con un bate de béisbol.
Según Olga Búdnik, portavoz de Phiztechpark, Alantim era un robot realmente bueno: "solidario, siempre educado, siempre feliz de verte". Así que los investigadores crearon un cementerio "para enterrarlo como una mascota, y no desmontarlo ni tirarlo a La basura". El cementerio parece una instalación artística: solo una caja de cartón y un robot muerto. Según Búdnik, al público en general le gustó mucho la idea, y Phiztechpark recibe muchas solicitudes de personas que también quieren "enterrar" sus dispositivos electrónicos.
¿Fábricas de reciclaje para colonizar el espacio?
Dmitri Tsetserukou, uno de los expertos en robótica más respetados de Rusia y profesor asistente en el Instituto de Tecnología de Skólkovo, contó a RB que la idea de un cementerio de robots es definitivamente es "interesante".
"En el futuro habrá fábricas de reciclaje donde los robots serán desmantelados y se construirán nuevos a partir de componentes reciclados", comentó Tsetserukou. "Tales fábricas de reciclaje serán extremadamente útiles para las bases de la Luna y Marte".
Lo más probable es que los robots se utilicen para crear colonias en otros planetas, y las máquinas antiguas se podrían reciclar por el bien de los nuevos robots espaciales.
Tsetserukou está trabajando actualmente en el desarrollo de Recybot, un sistema robótico que se utilizará para el desmantelamiento de teléfonos inteligentes en colaboración con el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Recybotes la primera tecnología de su clase que usa visión artificial y redes neuronales para diseccionar teléfonos celulares en partes reciclables. A Tsetserukou y al profesor del MIT Kamal Youcef-Toumi se les ocurrió la idea en 2015.
Recybot consta de tres robots: el primero reconoce el tipo de teléfono inteligente con el que trabajará, luego identifica dónde están ubicados los tornillos y finalmente desenrosca su marco. El segundo robot recupera el cuerpo del teléfono inteligente del primer robot y lo transfiere al siguiente. Finalmente, el tercer robot desmonta el teléfono inteligente, dividiéndolo en varias partes reciclables.
Los científicos utilizaron una web que permite a los usuarios publicar videos instructivos sobre la reparación de varios tipos de teléfonos inteligentes. Recolectaron imágenes de estos videos, etiquetaron a mano donde estaban ubicados los tornillos y las baterías, y luego entrenaron las a las redes neuronales para detectar las diferentes partes.
Este año, Apple lanzó a Liam, un robot que desmonta iPhones para que sus componentes puedan reciclarse. La compañía estima que cada Liam puede desmontar 1,2 millones de iPhone 6 en un año. Actualmente, hay dos máquinas en funcionamiento, una en California y otra en los Países Bajos.