1. Koalítsia SV 152
Kirill Kallínikov/RIA Novosti
Se supone que esta arma sustituye al obús 2S19 Msta-S que está en servicio en el Ejército ruso desde 1989.
El nuevo sistema se construye alrededor de los 152 mm de barril rayado de este calibre 52. En la parte superior de la misma se encuentra un freno de boca que reduce el enorme retroceso de cada disparo, que se puede hacer desde cualquier ángulo del cañón de puntería vertical.
Lo más importante es que este arma puede producir hasta 16 rondas de disparo por minuto, el doble de lo que un tanque moderno puede hacer durante una batalla.
El arma principal del Koalítsia SV es un proyectil explosivo de 152 mm de longitud, pero también se carga con proyectiles Krasnopol guiados por láser y que pueden ser guiados por satélite.
Las primeras máquinas se unieron a las filas del Ejército ruso en 2020.
2. 2S7 Pión
Iliá Pítalev/RIA Novosti
Durante la Guerra Fría tanto Moscú como Washington trabajaron en el desarrollo de sistemas de artillería que podrían lanzar proyectiles nucleares tácticos en los campos de batalla.
El 2S7 Pión puede transportar hasta cuatro proyectiles de 203 mm (que es bastante, comparado con cualquier otro sistema de artillería) que pueden eliminar objetivos en un rango de 37,5 km.
“Después de las primeras pruebas nucleares exitosas, los científicos comenzaron a trabajar en la aplicación de estas tecnologías en todos los sistemas de armas posibles, incluso en minas terrestres y depósitos de tanques. Sin embargo, las pruebas demostraron que estos proyectiles nucleares no eran efectivos, ya que las nubes radiactivas se extendían por los campos de batalla a lo largo de kilómetros y afectaban a todo lo que se encontraba en su camino, amigo o enemigo”, confesó a Russia Beyond Alexéi Ramm, analista militar del diario Izvestia.
Como mencionó, estas pruebas demostraron la poca efectividad de las armas nucleares tácticas y el sistema de artillería Pión recibió entonces proyectiles convencionales de 203 mm en lugar de los de destrucción masiva.
De todos modos, estas cabezas de combate hicieron de Pión uno de los sistemas de artillería más poderosos de finales del siglo XX.
Una característica interesante del complejo es que está dotado de una alarma para los operarios de la pieza, ya que cada disparo del arma es tan poderoso que la onda expansiva puede incapacitar a un soldado o miembro de la tripulación no preparado.
3. 2S5 Giatsint-S
Vitali Ankov/RIA Novosti
Otra innovación de la era soviética que fue creada también para poder disparar proyectiles armados nucleares.
A diferencia del Pión, este sistema emplea proyectiles de 152 mm que pueden alcanzar un objetivo a una distancia de 28 km. Además de que lleva hasta 30 proyectiles de alto explosivo también puede utilizar proyectiles de calor, racimo y humo.
La tasa de disparos de esta bestia metálica es de hasta seis rondas por minuto, y la máquina de lanzamiento siempre va equipada de munición portadora con proyectiles adicionales.
Además de armas pesadas, Giatsint tiene una ametralladora de 7,62 mm que está instalada en su torreta. Junto a esto, cada batería está equipada con cinco rifles de asalto AK y un RPG en caso de contacto directo de fuego con un tanque enemigo. También, en caso de un ataque aéreo, la tripulación utiliza el sistema de misiles antiaéreos portátil Strelá.
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