Estos deportistas soviéticos vendieron sus medallas para conseguir dinero

Holding a symbolic Olympic torch, former Soviet gold medalist Olga Korbut, center left, displays her many medals as she celebrates with others the arrival of the official Olympic Flame in Moscow, July 18, 1980. Opening ceremonies for the XXII Summer Olympics are scheduled for tomorrow.

Holding a symbolic Olympic torch, former Soviet gold medalist Olga Korbut, center left, displays her many medals as she celebrates with others the arrival of the official Olympic Flame in Moscow, July 18, 1980. Opening ceremonies for the XXII Summer Olympics are scheduled for tomorrow.

AP
Una medalla olímpica es el premio más prestigioso en el mundo de los deportes y resulta difícil creer que un atleta estuviera dispuesto a vender voluntariamente tan preciado objetvo. Mostramos algunos casos en los que tuvieron que hacerlo.

Nikolái Kruglov: para ayudar a su hijo a convertirse en un atleta profesional

Nikolái Kruglov. Fuente: Yuri Sómov/RIA NovostiNikolái Kruglov. Fuente: Yuri Sómov/RIA Novosti

En las Olimpiadas de Invierno de 1976 celebradas en Innsbruck (Austria) un atleta soviéticos obtuvo la medalla de oro en dos pruebas. Nikolái Kruglov ganó la carrera individual de 20 kilómetros y en relevos masculinos.

Tras su retirada Kruglov pasó mucho tiempo entrenando a su hijo. A la edad de dos años el pequeño Nikolái Kruglov ya sabía practicar esquí de fondo y progresó rápidamente. Sin embargo, la prometedora carrera del hijo no estaba asegurada ya que la familia carecía de suficiente dinero como para hacer frente a los gastos del equipamiento y de los entrenamientos.

Para que Nikolái continuara con su carrera profesional su padre vendió las medallas olímpicas por 5.000 dólares, aunque habitualmente el precio de estas preseas es mucho más alto, explican los coleccionistas.

El esfuerzo dio sus frutos y Nikolái Kruglov obtuvo una medalla de plata en relevos en los Juegos Olímpicos de Turín en 2006. Tuvo claro donde se iba a gastar el dinero y compró de nuevo las medallas de padre por 50.000 dólares. “Estoy aquí gracias a mi padre y tengo que llevar de vuelta a casa algunas reliquias de la familia”, dijo Nikolái.

Evgueni Grishin: para sobrevivir

Evgueni Grishin. Fuente: Iósif Budnévich/RIA NovostiEvgueni Grishin. Fuente: Iósif Budnévich/RIA Novosti

Grishin fue un patinador velocista que obtuvo cuatro medallas olímpicas. Fue el atleta con más éxito en las Olimpiadas de Invierno de 1960, celebradas en Squaw Valley, California. Consiguió cuatro récords mundiales y se convirtió en un patinador legendario así como en un famoso entrenador. Aunque tras su retirada del deporte profesional Evgueni cayó en el alcoholismo.

Bebía para escapar de las muchas dificultades con las que se encontró fuera de la pista. En esta época vendió sus medallas olímpicas. Posteriormente afirmó: “Vendí mis medallas olímpicas para sobrevivir y me avergüenzo por el resto de mi vida”. Grishin falleció el 9 de julio de 2005 debido a un coágulo de sangre.

Víktor Shuválov: para superar las dificultades de los años 90

Víktor Shuválov (en el centro) y jugadores de hockey. Fuente: A. Solomónov/RIA NovostiVíktor Shuválov (en el centro) y jugadores de hockey. Fuente: A. Solomónov/RIA Novosti

Víktor Shuválov fue el primer jugador en convertirse en campeón del mundo y olímpico y es el único miembro del legendario equipo soviético de 1954 que sigue vivo. Durante la década de 1990 las generaciones más mayores sufrieron mucho para adaptarse a las nuevas condiciones y se enfrentaron a unas pensiones menguantes y a numerosos problemas financieros.

En un momento de desesperación el legendario jugador de hockey decidió vender su medalla de oro olímpica - obtenida en 1956 - para poder sobrevivir. La vendió por un precio mucho menor del que estaba estipulado. El 28 de mayo de 2014 el presidente Putin le devolvió la medalla a Shuválov.

“Desgraciadamente en los problemáticos años 90 Shuválov perdió su medalla olímpica. Tuvo que enfrentarse a numerosos problemas y dificultades. Finalmente la medalla se fue a EE UU, donde algunos de vosotros seguís trabajando. La encontramos y algunos espónsors nos ayudaron a comprarla y ahora nos gustaría devolvérsela a Shuválov”, declaró Putin en 2014, en una ceremonia de premios dedicada a los miembros de la selección nacional de hockey.

Iván Bógdan: para mantener su casa

Iván Bógdan es un famoso luchador soviético que ganó la medalla de oro olímpica en lucha grecorromana en 1960. Iván vendió su presea durante la perestroika para poder mantener la vivienda familiar. Su hija se estaba divorciando y, según la ley, su pareja hizo una demanda para pedir el apartamento. Los años 90 fueron difíciles para todos y Bógdan decició vender su medalla olímpica por 3.500 dólares y así pagar al exmarido de su hija. También vendió la “antorcha olímpica” que llevó durante las Olimpiadas de 1980 en Moscú.

En total recibió 4.000 dólares. Posteriormente Iván afirmó que no se arrepentía de haberlos venido.

“En cualquie caso, al final había dado mi medalla a un museo o la tendría en casa sin propósito alguno. Si tuviera la oportunidad de volver a recuperarla no lo haría. Actualmente no se respeta a los campeones olímpicos”, declaró Iván al diario ucraniano Fakti en una entrevista.

Olga Kórbut: para superar los problemas financieros

Olga Kórbut en Arizona, 2017. Fuente: APOlga Kórbut en Arizona, 2017. Fuente: AP

Le exgimnasta soviética y cuatro veces campeona olímpica, Olga Kórbut, vendió sus medallas olímpicas y otros objetos a principios de 2017. Obtuvo 333.500 dólares por un lote compuesto de 32 objetos, entre los que se encuentran dos medallas de oro y una de plata de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972.

Se ha afirmado que lo hizo para no morir de hambre, aunque Kórbut lo ha negado. Actualmente vive en Scottsdale, Arizona.

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