El método más sencillo para recoger agua en ausencia de manantiales y arroyos forestales consiste en atar una bolsa de plástico a la base de una planta. De este modo se pueden conseguir cerca de 50 ml de agua en una hora. También se puede condensar la humedad concentrada en la superficie del suelo o recogiendo hojas, hierba y musgo. Para ello, se cava un hoyo y se cubre con un plástico en el que incidirán los rayos de sol. Este método permite obtener cerca de 300 ml de agua al día.
En el bosque, las bolsas de plástico se pueden usar para obtener algo más que agua, por lo que son un complemento imprescindible para el agente de inteligencia.
Por ejemplo, si se llena de agua, una bolsa de plástico puede convertirse en una lente, con ayuda de la cual se puede encender un fuego con la luz del sol.
Para conseguir comida, los servicios de inteligencia militar recomiendan sobre todo usar varios tipos de trampas y lazos, que solo podrán construirse con ayuda de un cuchillo y los cordones de unos zapatos. Por su aspecto, se parecen a las que usaba Rambo para 'cazar' a los policías. Con ayuda de estos mecanismos se puede llegar a cazar incluso una fiera de la talla de un jabalí. Sin embargo, conviene recordar que la caza solo resultará productiva si colocamos las trampas en el camino que utilizan habitualmente estos animales. En caso de extrema necesidad, podemos buscar otro tipo de alimentos, como reptiles, setas, bayas, etc..
Para una persona sola en medio del bosque, es difícil construir una cabaña con estacas talladas y hojas de gran tamaño. Sin embargo, hay métodos más sencillos para construir un refugio que aprovechan el relieve del terreno y la vegetación. Se puede usar un árbol de copa densa derribado por el viento. Para aumentar la protección frente a la lluvia y el viento, se pueden usar cortezas y ramas de abeto. La cubierta puede construirse rápidamente con ayuda de una pequeña vara y hojas, aprovechando las ramas más gruesas del árbol.
Para poder planificar la hoja de ruta, conviene saber predecir los cambios climáticos, lo que nos permitirá esperar en el refugio mientras pasa el mal tiempo y salir al bosque cuando el día está despejado.
Hay muchas señales que permiten pronosticar los cambios climáticos. Por ejemplo, en la franja central de Rusia, los siguientes signos indican que hará buen tiempo: una noche clara, el cielo cubierto de estrellas, una luna deslumbrante, un tono dorado o rosáceo al amanecer; la ausencia de viento durante la noche y algo de brisa durante el día, que se calma cuando cae la tarde (en este caso, se puede observar cómo asciende el humo de la hoguera); por las noches cae abundante rocío (heladas en invierno); y por las mañanas desciende la niebla, que desaparece con la salida del sol; las hormigas se muestran muy activas; la vegetación amanece cubierta de espesas telarañas; las flores se abren y las ascuas del fuego se cubren rápidamente de cenizas.
El deterioro de las condiciones climáticas se puede predecir cuando se levanta viento, las flores se cierran y el rocío desaparece. En este caso, las hormigas se ocultan, no se ven insectos en el aire ni sobre las plantas; las abejas también regresan a la colmena y los gusanos salen a la superficie.
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