El 2 de enero de 2015 el presidente ruso Vladímir Putin firmó un decreto que permite a los extranjeros servir en las Fuerzas Armadas rusas. No se trata de ninguna medida sensacionalista: se trata simplemente de una enmienda a la ley federal ya existente “Sobre las obligaciones ciudadanas y el servicio militar”, que establece, entre otras cosas, la posibilidad de que los ciudadanos de otros países se alisten en el ejército de Rusia. El decreto del presidente Putin del 2 de enero de 2015 anula algunos estatutos y aclara el sentido de los estatutos anteriores.
En las Fuerzas Armadas de Rusia pueden servir los ciudadanos de cualquier país del mundo con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años que dominen la lengua rusa (no se especifica el nivel de conocimiento) y que no se encuentren bajo ninguna investigación ni cumpliendo condena en prisión.
El contrato con los ciudadanos extranjeros se firma para un plazo de cinco años.
Los legionarios no pueden servir en las tropas del Ministerio de Interior, en las subdivisiones del Servicio Federal de Seguridad (FSB) ni en otros servicios especiales. La razón es sencilla: estos cuerpos requieren el acceso de los soldados a información que constituye secreto de Estado.
30.000 rublos al mes (unos 430 dólares).
Los soldados (los ciudadanos extranjeros) se instalarán durante todo el plazo de su servicio militar en residencias del ejército (en las bases militares).
A diferencia de los soldados rusos (reclutas y soldados contratados), los extranjeros no juran lealtad a Rusia. En lugar de la jura de bandera, los ciudadanos extranjeros simplemente se comprometen a cumplir con su servicio.
Los ciudadanos extranjeros no pueden alcanzar un rango más alto que el de soldado raso (marineros) o sargento. De modo que no es posible llegar a general.
Los soldados extranjeros pueden participar en operaciones militares durante el periodo de vigencia de la ley marcial o en conflictos armados según los principios y las normas del derecho internacional, los acuerdos internacionales de la Federación de Rusia y la legislación nacional, según el documento. Por esta razón, el soldado extranjero siempre tendrá posibilidades de participar en acciones militares.
El soldado extranjero podrá obtener la nacionalidad rusa pasando por un procedimiento simplificado. El servicio en el ejército ruso otorga el derecho al pasaporte ruso pasados tres años.
Según la información del Ministerio de Defensa, la candidatura de un ciudadano extranjero para cumplir el servicio militar se realiza a través de una solicitud a los comisariados militares de las regiones de la Federación de Rusia junto con documentos que demuestren la estancia legal en territorio de la Federación (registro en la tarjeta de migración sobre el lugar de residencia temporal). Es decir, que para poder entregar la solicitud, primero es necesario viajar a Rusia.
Existe otra vía. Los ciudadanos extranjeros pueden enviar su solicitud para alistarse en el ejército a una unidad militar rusa ubicada en el extranjero.
Tras el envío de la solicitud comienza una dura fase de selección (el recluta se somete a una prueba de la huella dactilar, una severa inspección médica en la que debe cumplir con las normativas físicas y un examen de conocimiento de lengua rusa). Si el candidato es apto para el servicio militar, pasa a unas pruebas psicológicas especiales de selección. Si todo va bien y los comandantes de las unidades militares dan su visto bueno para aceptar a los candidatos, los legionarios extranjeros son destinados a las unidades militares donde prestarán servicio.
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