El zar Nicolás II. Fuente: Getty Images
La familia real rusa se interesaba por la fotografía que se hizo popular a principios del siglo XX en Europa y EE UU. El avance tecnológico hizo que la fotografía fuese accesible para un público amplio y el emperador ruso participó personalmente en esta actividad.
Los hijos del zar Nicolás II. Fuente: Getty Images
La familia Romanov contaba con la mejor cámara de aquella época, que era una Kodak fabricada en EE UU. Con ella sacaba fotos de su círculo más cercano y posaba para las fotos en grupo.
Esta terrible imagen muestra a la bromista Anastasia, la hija pequeña del zar Nicolás II. La niña hacía muecas con una dentadura artificial delante de la cámara. Fuente: Getty Images
A la emperatriz Alexandra también le gustaba mucho la fotografía. Pidió que le trajeran el equipamiento necesario desde Gran Bretaña y pagó a los fotógrafos profesionales que capturaron gran parte de los recuerdos familiares.
El zar Nicolás II y sus hijos: (de izquierda a derecha) María (nacida en 1899), Olga (nacida en 1895), Alexéi (nacido en 1904), una mujer desconocida y Tatiana (nacida en 1897). Fuente: Getty Images
Cuando toda la familia Romanov se aficionó a la fotografía, se creó un taller de fotos en Tsárskoye Seló, la residencia imperial situada en las afueras de San Petersburgo.
Olga en su dormitorio. Fuente: Getty Images
En el taller se hacían unas 2.000 fotos a diario.
Olga, Tatiana, Alexéi, el zar Nicolás II y una mujer desconocida en 1915 en Ropsha, retiro favorito de la familia real (a 20 kilómetros al sur de Peterhof), donde los Romanov solían pescar y cazar. Fuente: Getty Images
Nicolás II también tenía una cámara especial que Kodak creó para él exclusivamente. La cámara le permitía fotografiar vistas panorámicas.
Las hijas del zar Nicolás II: María, Olga y Tatiana. Fuente: Getty Images
Las fotos realizadas por los miembros de la familia real y sus amigos fueron transformadas más tarde en una especie del “diario fotográfico” que mostraba su vida diaria, su aspecto y el carácter.
Una mujer desconocida y Olga. Fuente: Getty Images
Según los diarios publicados de Nicolás II, la familia real pasó muchas tardes trabajando con el álbum de fotos.
El zar Nicolás II y su hijo Alexéi. Fuente: Getty Images
Habitualmente el zar y sus hijas preparaban el archivo personalmente, poniendo la fecha correcta y el lugar donde fue tomada la foto.
La familia del zar Nicolás II. Fuente: Getty Images
María y Anastasía decoraron el álbum de fotos con flores y colorearon algunas imágenes.
Tatiana y un hombre desconocido. Fuente: Getty Images
El hobby favorito del zar que le hacía sentirse unido a su familia, permite observar cómo fue su carácter.
Anastasía y María visitan a los soldados heridos en un hospital durante la Primera Guerra Mundial. Fuente: Getty Images
El álbum de fotos real contiene imágenes de los hijos del zar, su mujer y la gente más cercana a ellos.
Familia real. Fuente: Getty Images
Rara vez se mostraban las reuniones y ceremonias oficiales.
El zar Nicolás II con sus hijas: María, Anastasía, Olga y Tatiana. Fuente: Getty Images
La cámara del zar capturó solo los momentos felices de la vida de una familia normal y armónica.
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