A pesar de que hubo algunas desavenencias entre la URSS, EE UU y Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial, mantuvieron una estrecha relación como principales aliados en la coalición anti-Hitler. En su lucha contra el fascismo, dichos países emplearon activamente la propaganda, lanzando carteles con eslóganes pegadizos.
La Cruz Roja fue muy activa en la captación de donaciones y organizó la ayuda para las tropas aliadas. El 22 de junio de 1941, el Primer Ministro británico, Winston Churchill, anunció que su gobierno había tomado la decisión de organizar la ayuda para la URSS y unirse a la lucha contra Alemania.
Después de concluir un tratado de alianza, comenzó la entrega de suministros militares, materiales estratégicos y productos alimentarios.
La esposa de Churchill, Clementine, organizó una recogida de fondos en representación de la Cruz Roja, cosa que dio lugar al fondo denominado popularmente “Fondo Clementine Churchill”.
Además, existía un programa público de Préstamo/Alquiler mediante el cual Estados Unidos suministraba pertrechos a los países aliados durante la Segunda Guerra Mundial.
La forma en que se entregaban dichos suministros (alquiler) era al principio extremadamente ventajosa para el gobierno estadounidense.
Hasta diciembre de 1941, EE UU no entró en guerra, teniendo que enfrentarse a un fuerte sentimiento antibélico en el país. En el cartel de arriba se lee "Estamos hundiendo a los piratas fascistas".
Miembros de la coalición anti-Hitler a partir de julio de 1941.
tipolog.livejournal.comLa coalición anti-Hitler, que se componía de 29 países, también suministraba ayuda a la URSS.
Durante la guerra, la coalición anti-Hitler era llamada también “las naciones unidas”, un término sugerido por el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt y que apareció por primera vez en la Declaración de las Naciones Unidas de 1942.
La influencia de la coalición durante la guerra y durante la consolidación de la paz en la posguerra fue enorme. Sirvió de base para la creación de las Naciones Unidas (ONU).
La aportación de la coalición a la lucha contra el enemigo fue extremadamente desigual: algunos miembros lucharon activamente contra Alemania y sus aliados, mientras que otros les ayudaban suministrando pertrechos y otros más sólo participaban nominalmente en la guerra.
El primer convoy fletado a la URSS se componía de siete buques y se realizó el 31 de agosto de 1941. Todo nos llegó por mar.
Entre 1941 y 1945 se realizaron otras entregas importantes: su valor equivaldría hoy en día a 140.000 millones de dólares aproximadamente.
Si te gustaron estos carteles, pincha aquí para ver cómo la propaganda soviética celebró los éxitos británico-americanos en la Segunda Guerra Mundial
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