Las empresas rusas aumentan su presencia en Bolivia

El Ministro de Hidrocarburos y Energía de Bolivia, Luis Alberto Sánchez, Evo Morales y Alexéi Miller, presidente de Gazprom.

El Ministro de Hidrocarburos y Energía de Bolivia, Luis Alberto Sánchez, Evo Morales y Alexéi Miller, presidente de Gazprom.

servicio de prensa
Entre sus intereses prioritarios se encuentran los proyectos de gas y litio. Si los hidrocarburos son el motor energético del presente, el litio lo será en el futuro afirman los expertos. Esta materia prima se utiliza en las baterías eléctricas de todo el mundo.

“Las empresas rusas podrían invertir anualmente cientos de millones de dólares en proyectos de litio y gas en Bolivia, así como en programas de cooperación bilateral”, declaró el viceministro de Energía Yuri Sentiurin en La Paz durante unas negociaciones sobre asociación estratégica con Bolivia, informa la agencia EFE. De hecho, según Sentiurin las empresas rusas están dispuestas a compartir tecnologías con sus socios bolivianos en el ámbito de la extracción de litio y de su aprovechamiento industrial.

“En todo el mundo aumenta la necesidad de hallar una materia prima diferente y por eso muchos países buscan nuevas fuentes. Hay países que pueden convertirse en proveedores de este tipo y Bolivia es uno de ellos. Por esta razón no es sorprendente que Rusia intente reforzar sus posiciones en este mercado”, comenta el experto de Finam Management Dmitri Baránov. Según este, los beneficios para ambos países son evidentes. Bolivia puede empezar a explotar estos yacimientos y a desarrollar su economía, mientras que Rusia incrementa sus reservas de materias primas necesarias. Además, la experiencia obtenida en el trabajo conjunto puede ser utilizada por ambos en otros países a la hora de llevar a cabo proyectos análogos.

Cooperación en el sector gasístico

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En la actualidad, Gazprom ya opera activamente en el mercado de Bolivia. A finales de 2016 el director de la empresa, Alexéi Miller, declaró que han invertido 350 millones de dólares en el yacimiento de Incahuasi en este país. “Gazprom posee en el consorcio conjunto un 20 % y ha invertido en él poco más de 350 millones de dólares. La segunda fase será significativamente más barata. Si la inversión total en esta zona asciende a 1.500 millones de dólares, en la segunda etapa será de 740 millones de dólares”, explicaba Miller. “Se trata de una inversión muy provechosa, las reservas del yacimiento superan los 70.000 millones de metros cúbicos y el socio europeo del proyecto es Total”, comenta el director de operaciones en el mercado de valores rusos de Freedom Finance, Gueorgui Váschenko.

En la primera etapa del proyecto se han construido tres pozos, un sistema de producción integral de gas con una capacidad de 6,9 millones de metros cúbicos al día y un sistema de gasoductos industriales. Además, desde Incahuasi sale un gasoducto de 100 km que está conectado a la red de gasoductos del país.

Anteriormente, Gazprom y el Ministerio de Hidrocarburos y Energía de Bolivia firmaron una serie de contratos en los que, entre otras cosas, se reflejaba la intención de llevar a cabo proyectos de aprovechamiento de gas licuado como combustible para el transporte de mercancías, pasajeros y fluvial, así como para llevar gas a determinadas zonas habitadas de Bolivia.

Un elemento importante

Sin embargo, según los expertos, la cooperación de ambos países en el ámbito de la extracción de litio es mucho más interesante.

“Como es sabido, el litio es un elemento estratégicamente muy importante sin el cual es imposible imaginarse la economía del siglo XXI”, comenta el profesor de la Escuela Superior de Administración de Empresas de la Academia Presidencial Rusa de Economía Nacional y Administración Pública, Iván Kapitónov. Según el experto, el litio se utiliza en prácticamente todos los sectores de la economía. En particular, este elemento reduce en un 29 % el punto de fusión en la producción de cerámica y vidrio, y también se utiliza en las baterías de todo el mundo.

De este modo, debido a la demanda de litio, este verano los precios de las baterías de este elemento en China, el mayor fabricante de baterías de iones de litio, se incrementaron hasta superar los 20.000 dólares por tonelada, un coste casi tres veces mayor que el del año pasado.

“Existe una teoría muy interesante que asegura que será el agotamiento de los recursos de litio, y no de petróleo o de gas, lo que detendrá dentro de 25 años el progreso de la humanidad. Sin embargo, debido a la información que va llegando sobre las existencias de este metal en el mundo, es difícil que esto suceda”, comenta Kapitónov.

Según el experto, el país que posea una la cantidad considerable de litio tiene la clave del futuro de la economía mundial. En este sentido, la cooperación de Rusia con Bolivia, en la que se concentra cerca del 70 % de las reservas mundiales de litio, resulta extremadamente prometedora.

“Rusia también tiene unas reservas considerables de litio (2,5 millones de toneladas), pero estas reservas son una nimiedad comparadas con las reservas de Bolivia (100 millones de toneladas). Además, el coste de los proyectos de desarrollo en Bolivia es mucho más bajo”, comenta Iván Kapitónov. Aunque por ahora sigue en el aire la cuestión del formato de la colaboración, el propio hecho de que Rusia esté negociando la extracción de litio en Bolivia ya implica que existen perspectivas en este ámbito, explica el experto.

En abril los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países firmaron el “Plan de desarrollo de la cooperación estratégica entre Rusia y Bolivia”, que incluye 56 puntos y aborda distintos ámbitos de cooperación, como la energía y la extracción de recursos naturales, la cooperación técnico-militar, las relaciones económicas y comerciales, el turismo, la cultura, la educación, la investigación científica, la sanidad, etc.

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