Ceremonia de entrega del monumento a Faddéi Bellingshausen a las autoridades de Montevideo en la Embajada de Rusia en Uruguay.
Maxim YusinEl encuentro organizado por el Instituto Bering-Bellingshausen para las Américas (IBBA) y Roscongress fue inaugurado por el vicepresidente de Uruguay, Raúl Fernando Sendic Rodríguez, y contó con la participación de los ministros de Energía, Agricultura y otros altos funcionarios de Rusia, Uruguay, Bolivia, Nicaragua, Argentina y otros países.
En el marco de la ronda de negocios se han tratado temas relacionados con el desarrollo de las relaciones económicas y comerciales entre América Latina y Rusia. En el foco de atención estaban los sectores energético y agropecuario.
El vicepresidente de Uruguay, Raúl Fernando Sendic Rodríguez, subrayó durante su intervención: "Hoy nos enfrentamos al desafío del desarrollo en diferentes sectores. Estos desafíos son comunes y nos hacen pensar cómo encontrar soluciones comunes". Además, señaló que el futuro desarrollo de las relaciones entre América Latina y Rusia se basa en los conceptos que comparten ambas partes, tales como "la cooperación, el comercio, la democracia, la soberanía y la libertad".
Participantes de la Ronda de negocios "Rusia-América Latina" celebrada en Montevideo. Fuente: Elena Nóvikova
El jefe del Servicio Federal para el Control Veterinario y Fitosanitario de Rusia, Serguéi Dánkvert, habló de las perspectivas de cooperación en el sector agropecuario y los problemas a los que se enfrentan Rusia y América Latina. Según Dánkvert, el acercamiento de Moscú y Latinoamérica no viene como consecuencia de las sanciones impuestas a Rusia por los países occidentales en 2014, sino que empezó mucho antes, a principios de los años 2000, cuando Moscú apostó por estrechar lazos económicos y comerciales con Latinoamérica.
"Entonces entendimos que no debíamos depender de Europa y EE UU y por eso empezamos a trabajar en el mercado latinoamericano. Por lo tanto, ahora nos resulta más fácil acercar a nuestras economías", subrayó Dánkvert.
Sin embargo, el funcionario cree que no se ha hecho lo suficiente para llevar las relaciones comerciales entre Rusia y América Latina a un nivel más alto. "Por ejemplo, el intercambio comercial entre China y América Latina supera diez veces el intercambio entre Latinoamérica y Rusia. "Paseando por el puerto de Montevideo he visto un barco chino de fertilizantes y he pensado que podría ser un barco ruso", agregó Dánkvert.
Por su parte, el ministro de ganadería, agricultura y pesca de Uruguay, Tabaré Aguirre, destacó la aportación de Rusia a la agricultura uruguaya y recordó que fueron los inmigrantes rusos los que trajeron el girasol al país austral a principios del siglo pasado.
Además, el ministro señaló que en 2008 las exportaciones de carne uruguaya a Rusia constituyeron un 33%, una cifra récord hasta ahora. El ministro uruguayo llamó a profundizar la relación comercial. "También me pregunto por qué Rusia compra la soja en Paraguay, pero los barcos salen de nuestro puerto. Creo que el comercio supone un desafío y debemos verlo como oportunidades de trabajo", concluyó el ministro.
Las sesiones plenarias y encuentros que han tenido lugar en el marco de la ronda de negocios, han sido una muestra del creciente interés entre ambas partes por desarrollar sus vínculos económicos y comerciales. Además, según ha subrayado el presidente del IBBA, Sergey Brilev, “ha sido la primera sesión del Foro Económico Internacional de San Petersburgo que se haya celebrado en América Latina”.
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