Rusia ve con buenos ojos la visita de Obama a Cuba

AP
La histórica visita del presidente estadounidense Barack Obama a Cuba, en la que también participó una delegación de Congreso y su familia marca el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y EE UU. El Kremlin aseguró ayer que está interesado en que Cuba y Estados Unidos mantengan unas buenas relaciones, al tiempo que insistió en su oposición al bloqueo norteamericano.

"Estamos interesados en que la amistosa Cuba mantenga unas buenas relaciones con todos sus vecinos, pero en primer lugar, por supuesto, con Estados Unidos", dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, a medios locales, informa EFE.

Peskov subrayó que Rusia siempre se ha manifestado en contra de la política de sanciones, al considerar que son un instrumento ineficaz y contraproducente.

Raúl Castro resumió el encuentro diciendo que decidieron concentrarse en “lo que nos une”, de modo que dos de las cuestiones más importantes, como son el bloqueo económico y la Base Naval de Guantánamo seguirán formando parte del status quo

“Por el momento no podría haber sido diferente”, cree Mijaíl Beliat, investigador de la Universidad Estatal Rusa de Humanidades y experto en América. Ya antes de la visita Obama señaló que buscaba restaurar los lazos principalmente con el pueblo cubano y no con el gobierno. Las sanciones contra Cuba las introdujo el Congreso de EE UU y también la gran cantidad de leyes restrictivas que han afectado la vida de los cubanos a lo largo de 53 años. Para poder abolirlas se necesita la aprobación del Congreso, controlado actualmente por republicanos que se oponen a estas medidas.

En cuanto a la base en Guantánamo y a la prisión que alberga, no se habla en en concreto de su cierre, aunque fuera una de las primeras promesas de Obama durante su campaña electoral. Cuba considera que es territorio ocupado, mientras que Washington insiste en cuenta con argumentos  legales.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, en el Palacio de la Revolución de La Habana, el 21 de marzo. Foto: APEl presidente de Cuba, Raúl Castro, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, en el Palacio de la Revolución de La Habana, el 21 de marzo. Foto: AP

Se puede esperar que a partir de ahora EE UU comience a realizar inversiones estables, sobre todo en el ámbito turístico. No es casualidad que Obama llegase con una delegación empresarial y que el día antes de la visita, Washington y La Habama acordasen la apertura de vuelos entre los dos países (interrumpidos durante 53 años) y que la cadena hotelera estadounidense  Starwood Hotels & Resorts Worldwide firmara su primer acuerdo en 60 años.

Es cierto que los inversores estadounidenses tendrán que competir con los chinos, que también han llegado a Cuba con decisión. En los primeros nueve meses de 2015, el intercambio comercial entre la isla y el gigante asiático aumentó en un 57% (hasta los 1.500 millones de dólares) y ahora China es el segundo socio comercial más importante, solo por detrás de Venezuela.

Sin embargo, quizá el logro más importante de Obama ha sido la "apertura" de puertas en América Latina. Cuba ha sido la llave, y es que la mayoría de los países latinoamericanos apoyaban a la isla en contra del embargo estadounidense.

"Es poco probable que los EE UU vayan a estrangular a los cubanos con su abrazo. Cuba no va a ceder a sus posiciones y no tiene intención de cambiar políticamente", subraya Vladímir Davidov, director del Instituto de América Latina. Las expectativas de los EE UU en este sentido son ilusorias. 

Los cubanos no "quieren colocar todos los huevos en la misma cesta" y uno de los contrapesos a la política estadounidense es Rusia.

"Nosotros prácticamente salimos de Cuba a principios de los años 90, abandonado las perspectivas y las instalaciones industriales”, explica Davidov.

Hoy en día es poco probable considerar a Cuba una “pieza clave” para Rusia, consideran todos los expertos consultados por RBTH, aunque Moscú vaya a realizar proyectos en los ámbitos petrolífero y metalúrgico.

Además, por ahora el Kremlin no cree que haya motivos para estar preocupados por el aumento de la actividad de los EE UU en la región y se percibe como un retorno a la normalidad de las relaciones.

“Esto no amenaza nuestras perspectivas ni nuestros planes en el contitente, que en realidad son bastante modestos", considera Beliat.

Mientras tanto, Moscú ha reconstruido poco a poco sus relaciones con La Habana desde los años 2000. En opinión de los expertos, en lo que respecta a la presencia rusa en América Latina, Cuba es una especie de reserva política para Rusia, como pueden serlo Brasil o Venezuela. Hay que recordar que en 2014, Rusia condonó Cuba una deuda de más de 30.000 millones de dólares y que a finales de 2015 Rusia entregó un crédito de 1.200 millones de euros para la construcción de dos bloques en central termoeléctrica.

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