Por qué es tan difícil liberar la “capital” del Estado Islámico en Irak.
Reuters
La población de Irak asciende a 37-38 millones de personas. La mayoría de ellos (un 75-80 %) son árabes; los kurdos son la mayor minoría étnica (un 15-20 %), viven en las zonas del norte de Irak, en la región del Kurdistán Iraquí, desde el inicio de la guerra civil y de forma prácticamente independiente de Bagdad.
“El momento de la gran victoria está cerca”, declaraba el primer ministro iraquí Haider al-Abadi al-Abadi, anunciando el ataque a Mosul. Pero una semana después del inicio de la operación queda claro que las fuerzas de la coalición se enfrentan a serias dificultades. Justo tras comenzar la operación estalló un conflicto entre al-Abadi y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, sobre la participación de las tropas turcas en el ataque a Mosul. Además, el Estado Islámico está contratacando en las ciudades liberadas.
Según distintas valoraciones, en la ciudad quedan entre 700.000 y 1,5 millones de civiles y entre 5.000 y 10.000 guerrilleros. En el ataque participan 60.000 personas: las fuerzas del ejército iraquí, destacamentos suníes y chiíes y milicianos kurdos peshmerga. Del apoyo aéreo se encargan las Fuerzas Aéreas de la coalición antiterrorista internacional dirigidas por Estados Unidos.
Irak / Foto: Reuters
El experto militar Vladímir Evséyev, director adjunto del Instituto de países de la CEI, opina que la superioridad numérica de las tropas de la coalición no tendrá una importancia decisiva. “Los kurdos no se proponen atacar Mosul — comenta Evséyev —. Ellos han ocupado el territorio en el que viven sus compatriotas, en los límites de la ciudad, y no piensan avanzar. Al-Abadi no permitirá que los destacamentos chiíes entren en Mosul para evitar que se produzca una gran matanza. Los turcos, que son la fuerza mejor preparada para el combate, no tomarán la iniciativa para evitar las víctimas”.
Según Evséyev, únicamente queda el ejército regular de Irak, en el que se produce un gran número de deserciones y que tiene graves problemas de corrupción.
“Como máximo atacarán 30.000 soldados de los 60.000 que se anunciaban, y puede que menos todavía” — comenta Evséyev a RBTH —. Durante los combates en esta ciudad, que tiene una buena preparación técnica (realizada por el Estado Islámico), este número de fuerzas no podrá tomar el control”.
Además, Mosul no está completamente rodeada, los guerrilleros pueden recibir refuerzos por la parte occidental, señala el experto. “EE UU no logrará la victoria que planea obtener para las elecciones presidenciales del 8 de noviembre”, opina Evséyev.
Leonid Isáyev, arabista y profesor del departamento de politología de la Escuela Superior de Economía, también opina que esta guerra será larga: “primero lucharán por la provincia, después por las poblaciones cercanas a Mosul y después por cada barrio de la ciudad”. La batalla por Mosul, según el experto, promete durar meses y causar un gran número de víctimas.
Irak, Mosul / Foto: AFP / East News
Los chiíes son la mayoría religiosa en Irak (un 60-70 % de la población), los suníes son la minoría con mayor representación (un 35-40 %). El Estado Islámico profesa la vertiente suní del islam, y considera herejes a los chiíes. El norte de Irak, particularmente Mosul, está poblado mayoritariamente por suníes.
Incluso en el caso de que se derrote al Estado Islámico en Mosul, esto no llevará la paz a Irak, según los expertos: existe una alta probabilidad de que en este punto estalle un nuevo conflicto, religioso o étnico. Isáyev recuerda que durante los últimos dos años los destacamentos chiíes, tras liberar del Estado Islámico aldeas suníes, mataban a su población por “colaborar con el enemigo”. Los kurdos también tienen sus propios intereses: al liberar los territorios del norte de Irak del Estado Islámico llevan a cabo una expansión territorial expulsando a los árabes de sus aldeas y poblando estas con emigrantes kurdos.
La organización de la vida de Mosul después de la guerra para evitar las purgas étnicas y religiosas es una cuestión igual de importante que la lucha contra el Estado Islámico, opina el experto. Teniendo en cuenta que muchas agrupaciones religiosas y étnicas no están subordinadas al gobierno, conseguir este objetivo no será fácil.
Otro problema relacionado con Mosul es que en la ciudad sigue habiendo un gran número de civiles. Desde el inicio de la operación comenzaron a llegar noticias sobre la muerte de civiles debido a los ataques aéreos de la coalición.
Vladímir Evséyev señala que la muerte de civiles durante los bombardeos es prácticamente inevitable, y Washington es consciente de ello e intenta evitar una situación como la que se formó en Alepo, donde Occidente acusa a Rusia y Siria de atacar a la población civil.
“Los estadounidenses ya han declarado que no quieren que Mosul se convierta en un segundo Alepo, por lo que planean llevar a cabo la menor cantidad de ataques aéreos posible”, comenta Leonid Isáyev. Al mismo tiempo, el experto opina que Estados Unidos se encuentra ante una difícil elección: los bombardeos provocan muertes de civiles, pero si no se llevan a cabo, las bajas se producirán entre quienes intentan tomar la ciudad desde tierra, es decir, entre los aliados iraquíes de Washington. Esto complica tanto la toma de Mosul como al coordinación entre las fuerzas terrestres del ejército, las milicias y los kurdos.
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