“Los sistemas antiaéreos en Siria son para defender nuestras bases”

Sistema de defensa antiaérea S-400 en Siria.

Sistema de defensa antiaérea S-400 en Siria.

Dmitri Vinográdov/RIA Novosti
Los militares opinan que los ataques no autorizados de EE UU podrían provocar la muerte de soldados rusos. Según los expertos militares, cada decisión sobre la destrucción de aviones sin identificar se tomará de forma fulminante.

Los sistemas de defensa antiaérea y antimisiles de Rusia en Siria están dispuestos a derribar “cualquier aeronave sin identificar” que ataque desde el aire, según declaraba el pasado 6 de octubre el general mayor Ígor Konashenkov, portavoz oficial del Ministerio de Defensa.

La causa de estas declaraciones fueron las “filtraciones” en algunos medios sobre posibles ataques aéreos del gobierno de EE UU contra las posiciones del ejército sirio.

Según señala Konashenkov, la mayoría de los soldados del Centro Ruso de Pacificación trabajan en tierra llevando ayuda humanitaria a las zonas controladas por el gobierno. Los militares rusos también participan en las negociaciones con los dirigentes de cada población y de las agrupaciones armadas en la mayor parte de las provincias sirias.

“Cualquier ataque aéreo o de misiles contra un territorio controlado por el gobierno sirio supone una clara amenaza para los soldados rusos”, declaraba el general mayor.

El portavoz del ministerio de Defensa recuerda que la protección de las agrupaciones rusas en las bases militares de Hmeimim y Tartús está en manos de sistemas de defensa antiaérea S-300 y de los nuevos sistemas S-400, que tienen un alcance de 400 km.

“Hemos tomado todas las medidas necesarias para descargar cualquier posible 'error' contra los militares y las instalaciones de Rusia en Siria tras los acontecimientos del 17 de septiembre en Deir Ez Zor”, añadía Konashenkov.

Cabe recordar que ese día las Fuerzas Aéreas estadounidenses llevaron a cabo por error un ataque con bombas y misiles contra las posiciones de las tropas sirias. Como resultado fallecieron 62 soldados y más de 100 resultaron heridos.

Evitar la guerra

Según una fuente de RBTH en el complejo industrial militar, los radares rusos en Siria no son capaces de determinar a quién pertenece un caza detectado en la zona de acción de las tropas gubernamentales.

“Los estadounidenses vuelan con los transpondedores apagados (un sistema para detectar si un avión militar es aliado o enemigo), y nosotros tenemos un acuerdo para impedir que se produzcan incidentes en el aire y en las zonas donde se llevan a cabo las operaciones militares. Por esta razón, si en los lugares en los que se encuentran nuestros soldados aparece un caza sin identificar o si se lanza un misil contra ellos, la decisión para salvar a nuestro personal se tomará de forma fulminante”, señala el interlocutor de RBTH.

Según Fiódor Lukiánov, jefe de redacción de la revista Rusia en la política global,  las declaraciones de la dirección del Ministerio de Defensa tienen como objetivo evitar la guerra.

“Se trata de una advertencia clara y sin ambigüedades que tiene una función disuasoria. Nuestros militares dan a entender que un ataque contra ellos o contra las fuerzas de Siria se percibirá como una agresión contra Rusia”. Lukiánov subraya que en Pentágono trabajan militares profesionales perfectamente conscientes de las consecuencias de este tipo de incidentes.

El refuerzo de la agrupación rusa

La semana pasada Rusia desplegó en Siria un nuevo sistema de defensa antiaérea S-300V4 Antéi-2500 (SA-23 Gladiator según la clasificación de la OTAN).

Esta es una modificación del sistema antiaéreo con tracción de oruga destinada a cubrir a las tropas en sus posiciones de combate.

“Este sistema es útil para el desplazamiento de un convoy de tanques, transporte blindado de personal, etc., por terrenos difíciles. Su función es cubrir a las tropas terrestres en sus puestos de combate para protegerlas de ataques de misiles y de aviación” –comenta a RBTH el experto militar de TASS, Víktor Litovkin.

Según Litovkin, este sistema es capaz de derribar misiles balísticos del enemigo que se acerquen a su objetivo a una velocidad de 2,5 km/seg y tiene un alcance de hasta 150 km.

Unos días antes, Rusia desplegó en Siria bombarderos de frente Su-24 y Su-34.

El Ministerio de Defensa prepara también el envío de aviones de asalto Su-25.

Además de ello, a mediados de octubre zarparán hacia el mar Mediterráneo dos pequeños buques de misiles armados con misiles de crucero Kalibr-NK, así como el portaviones Almirante Kuznetsov con cazas Su-33 y MiG-29K/KUB y helicópteros de combate Ka-52K.

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