¿Qué se puede esperar de las relaciones entre Rusia y EE UU en 2015?

Fuente: AFP

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Durante el 2014 las relaciones bilaterales han estado marcadas por el aumento de la tensión. El cambio de gobierno en Ucrania, la guerra en el sudeste del país y la situación en torno a Crimea han provocado un alejamiento y que se hable incluso de una nueva guerra fría. Los expertos consultados no auguran un escenario positivo, pero matizan que hay ámbitos en los que se puede restablecer el diálogo.

Andréi Kortúnov, director general de Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia (RIAC) 

No veo ninguna razón para ser optimista en lo que respecta a las relaciones ruso-estadounidenses en 2015. El problema principal es el impacto de las sanciones antirrusas de Washington. La cuestión no es si las relaciones entre el Kremlin y la Casa Blanca son neutrales o malas, sino qué malas van a ser.

Lo más importante es prevenir un empeoramiento de la crisis y tratar de mantener el diálogo. Cuestiones como la lucha contra el terrorismo, la prevención de la proliferación de las armas de destrucción masiva, el programa nuclear iraní y la situación en Siria podrían facilitar un camino para ampliar las oportunidades de diálogo.

Las cuestiones medioambientales y el cambio climático también podrían ser aspectos para establecer contactos tentativos entre Rusia y Occidente a lo largo del año. Aunque nadie debería esperar que las relaciones bilaterales se estabilicen bajo la Administración actual de Barack Obama.

Andréi Sushentsov, director de la agencia de Política Exterior, experto del Club Valdái y profesor asociado de MGIMO 

La crisis en Ucrania de 2014 ha afectado de manera muy fuerte a las relaciones entre Rusia y EE UU. Aunque me parece que, a pesar de las sanciones y un creciente antagonismo en una serie de asuntos, las relaciones entre Moscú y Washington se han mantenido firmes. Ninguno de los dos países está interesado en un enfrentamiento geopolítico, de modo que predigo un escenario positivo para las relaciones bilaterales en 2015.

EE UU ha condicionado la mejora de las relaciones con Rusia (el levantamiento de las sanciones, en particular) a la implementación de los acuerdos de Minsk, aunque no sean una parte del proceso de negociación de Minsk. Si se mantiene la tregua entre las autoproclamadas repúblicas de Donbass y las autoridades de Kiev, la situación Ucrania dejará de dominar la agenda internacional, y Rusia y EE UU establecerán de manera gradual un diálogo en asuntos de interés mutuo.

Rusia ha iniciado una serie de soluciones efectivas en Oriente Próximo. El 2015 será clave para establecer un acuerdo con Irán. La participación de Moscú en las negociaciones con Teherán es muy importante y los socios occidentales entienden esto. La situación en Afganistán y alrededores es poco complicada tras la retirada de las tropas de la OTAN. La implicación de Rusia es vital para mantener la seguridad. De modo que en 2015 Rusia y los EE UU fortalecerán la cooperación, si no de una manera bilateral, sí de un modo multilateral, mediante la implicación de otras partes.

Yuri Fedórov, politólogo ruso, profesor de la Universidad Metropolitana de Praga

Hace un año nadie podía imaginar que el Euromaidán en Kiev podría llegar a desembocar en una guerra en el sudeste de Ucrania y que Cirmea fuese a formar parte de Rusia. Entonces, es muy difícil predecir qué ocurrirá en las relaciones entre Rusia y los EE UU en 2015.

No descarto ni una mejora inesperada ni un fuerte deterioro, que llegue incluso hasta una crisis político-militar comparable a la crisis de los misiles de Cuba en 1962. El escenario negativo me parece el más realista de los dos posibles, ya que hay más condicionantes para que se produzca un deterioro.

Rusia continúa apoyando a los grupos separatistas en las regiones de Donbass, Járkov y Odesa. Además, también aumenta la posibilidad de que Rusia refuerce su presencia en el Báltico, incluyendo el despliegue de misiles Iskander en Kaliningrado.

Tampoco se puede excluir un aumento de la tensión en relación al incumplimiento de Rusia del Tratado INF sobre el control de armas nucleares, que podría provocar una retirada de EE UU del acuerdo y el despliegue de misiles en Europa.

Este escenario ya se ha planteado en algunos recientes discursos de miembros del establishment norteamericano. La política exterior de EE UU en relación a Rusia en 2015 consistirá en tratar de presionar y suplantar a Rusia de áreas en las que esta tiene una influencia notable. El restablecimiento de las relaciones de EE UU con Cuba es un ejemplo ilustrativo.

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Artículo abreviado, publicado originalmente en Russia Direct.      

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