En 1798, Luis fue acogido por el emperador ruso Pablo I. Le regaló un palacio en Mitau (actual Jelgava, Letonia) y un centenar de soldados como guardia personal.
Getty Images
En cambio, el representante de la Casa de Borbón seguía insatisfecho y opinaba que Pablo I le había hecho instalarse precipitadamente. Estos comentarios llegaron a oídos del Zar, causándole irritación.
Sin embargo, no fue por este motivo por lo que el rey abandonó pronto el país del gran frío. La causa fue un repentino calentamiento de las relaciones entre Rusia y Francia, que incluso preveían una campaña conjunta hacia la India británica.
Getty Images
Dadas las condiciones, la corte del rey francés no podía permanecer más tiempo en Rusia y, el 19 de enero de 1801, el emperador ordenó a Luis que abandonara inmediatamente el país.
Tras el asesinato de Pablo I en 1801, su hijo, Alejandro I, subió al trono. Invitó a Luis a volver a Rusia y, tres años más tarde, este Borbón regresó a la tierra de los zares.
Getty Images
Sin embargo, sus esperanzas de que su “hermano” Alejandro aplastara al odiado “corso” y le devolviera el trono se vinieron abajo con la derrota de la cuarta coalición antifrancesa. Los dos emperadores firmaron la paz en Tilsit, y Rusia volvió a ponerse del lado de Napoleón.
Sin esperar a ser expulsado de nuevo del país, Luis abandonó Rusia por voluntad propia. El rey errante se dirigió a Suecia y luego a Inglaterra, donde permaneció hasta su acceso al trono francés en 1814.
Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes
LEE MÁS: Estos fueron los motivos del estallido de la Guerra de 1812 entre Rusia y Francia