El ‘ataque de los muertos vivientes’ de los soldados del Imperio ruso contra los alemanes

Historia
BORIS EGOROV
Esta increíble historia tuvo lugar el 6 de agosto de 1915, durante el asedio alemán a la fortaleza rusa de Osoviets. El enemigo utilizó un gas tóxico contra el que las máscaras rusas resultaron inútiles.

Cuando la infantería alemana se acercó a las fortificaciones avanzadas, esperaba encontrar montones de cadáveres. En su lugar, encontraron el horror.

Decenas de soldados rusos vestidos con harapos sucios se abrieron paso hacia el enemigo, escupiendo sangre y respirando entrecortadamente. Parecía como si hubieran muerto, sólo para levantarse de nuevo y lanzar su ataque final.

En 1915, el periódico Pskovskaya zhizn publicó el testimonio de uno de los supervivientes:

“No puedo describir la rabia y la furia que se apoderaron de nuestros soldados cuando se abalanzaron sobre sus envenenadores, los alemanes. Ni fusiles, ni ametralladoras ni obuses pudieron detener el ataque de los soldados enloquecidos”.

Los restos del 13º escuadrón, unos sesenta hombres, participaron en el ataque. Bajo su presión, el enemigo retrocedió antes de huir. Las reservas rusas enviadas a la zona consiguieron romper las posiciones defensivas.

Durante la batalla murió el subteniente Vladímir Kotlinski, que dirigía el ataque, junto a varios oficiales. Los datos sobre las bajas entre los soldados siguen siendo inciertos.

A pesar del heroísmo de la guarnición, la fortaleza tuvo que ser abandonada y, el 25 de agosto de 1915, los alemanes tomaron Osoviets.

Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes 

LEE MÁS: FALSO: No hubo ninguna tregua entre Rusia y Alemania para matar lobos en la Primera Guerra Mundial