Este fue el ÚNICO general soviético capturado por los finlandeses en la Segunda Guerra Mundial

Historia
BORIS EGOROV
Vladímir Kirpíchnikov reveló información militar secreta al enemigo y aun así regresó a la URSS una vez terminada la guerra.

Las tropas finlandesas que luchaban del lado de los nazis rodearon a la 43ª División de Infantería soviética cerca de Víborg. Esto ocurrió a finales de agosto de 1941, durante la época más oscura de la Segunda Guerra Mundial para la URSS. Durante un intento de avance, el comandante de la división, el general de división Vladímir Kirpíchnikov, fue capturado.

Comandantes del Ejército Rojo de tan alto rango aún no habían caído en manos de los finlandeses (y no volverían a caer en sus manos). Finlandia dio amplia publicidad a este hecho en la prensa e incluso realizó un documental al respecto.

Durante los interrogatorios, Kirpíchnikov reveló al enemigo información secreta sobre las operaciones de combate de su división y de todo el grupo de Víborg del Ejército Rojo. También escribió varias notas, en las que criticaba la realidad de la vida en la URSS y el sistema de entrenamiento de combate en las Fuerzas Armadas del país.

“Una vez en cautiverio, me deprimí moralmente y, habiendo perdido la fe en la capacidad combativa del Ejército Rojo, creí que la victoria estaría del lado de Alemania y Finlandia”, admitió el general más tarde durante los interrogatorios, que fueron llevados a cabo por investigadores soviéticos.

Al mismo tiempo, Kirpíchnikov se negó categóricamente a cooperar más activamente con los servicios de seguridad finlandeses e incluso a liderar el movimiento antisoviético en Finlandia. Finalmente, los finlandeses perdieron interés en él y, en diciembre de 1941, lo enviaron a un campo de prisioneros de guerra.

El general regresó a su patria tras la retirada de Finlandia de la guerra en otoño de 1944. Rechazó ofertas para quedarse en el país o ir a Suecia.

En la URSS, Kirpíchnikov fue acusado de traición y encarcelado. El general se declaró culpable de revelar secretos militares, pero negó los cargos de rendición voluntaria y colaboración con el enemigo.

El 28 de agosto de 1950, el comandante militar fue declarado culpable, condenado a la pena capital con privación de condecoraciones estatales y rango militar y fusilado el mismo día. Nunca fue rehabilitado.

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