Nikita Jrushchov, Primer Secretario del Comité Central del PCUS y Presidente del Consejo de Ministros de la URSS, visitando un campo de la granja de grano Moskovski.
Valentín Sóbolev/TASSApertura del XX Congreso del PCUS. Habla Nikita Jrushchov.
Alexánder Ustínov/Unión de fotógrafos rusos/russiainphoto.ruEl “deshielo” es un período de la historia de la Unión Soviética caracterizado por la liberalización parcial de la vida política y social, la desestalinización generalizada, la rehabilitación de las víctimas del régimen estalinista, la transición del totalitarismo a una dictadura blanda. También se caracterizaba por una censura más blanda y la aparición de cierta libertad en el arte.
El inicio del “deshielo” fue marcado por el discurso pronunciado por Nikita Jrushchov el 25 de febrero de 1956 en el XX Congreso del PCUS con el informe Sobre el culto a la personalidad y sus consecuencias. En él criticaba duramente el culto a la personalidad de Stalin y muchos aspectos de su política.
Jrushchov pretendía así renovar el sistema político y restaurar la fe de la población en el Partido. A pesar de las libertades concedidas, el Estado mantuvo el control sobre todos los procesos de la sociedad soviética.
El “deshielo” estuvo marcado por contradicciones extremas. Pese a la apertura al mundo y el anunciado deseo de normalizar las relaciones con Occidente, se reprimió el levantamiento húngaro contra el poder soviético en 1956. A la vez que se hablaba de la liberación espiritual e intelectual, fusilaron a los trabajadores que protestaban en Novocherkassk en 1962. Además, se realizó una campaña antirreligiosa a gran escala.
Ilyá Ehrenburg.
Dominio públicoEl término político “deshielo” viene de la novela homónima del escritor soviético Ilyá Ehrenburg que trata de la vida de la intelectualidad trabajadora y creativa en una ciudad de provincias. El autor la publicó en 1954, dos años antes del famoso discurso de Jrushchov en el XX Congreso.
Ehrenburg empezó a trabajar en la historia poco después de la muerte de Stalin y expresó en ella con cautela la idea de los cambios que se avecinaban en la URSS. “Quería mostrar cómo los grandes acontecimientos históricos se reflejan en la vida de la gente de una pequeña ciudad, transmitir mi sensación de deshielo, mis esperanzas...” - escribió más tarde en sus memorias.
A Jrushchov no le gustaba que se empezara a llamar “deshielo” al período de su gobierno. Para él, esta palabra se asociaba con el fango primaveral.
Sin embargo, tras su dimisión, hacia el final de su vida, Nikita Jrushchov cambió de opinión y dijo que el término era, en general, acertado.
Pasajeros del metro de Moscú.
Ígor Gavriilov/SputnikLos procesos de desestalinización y liberalización parcial iniciados por las autoridades afectaron a todos los aspectos de la vida en la sociedad soviética.
En el ámbito literario, la censura se suavizó. La gente pudo leer poemas antes prohibidos de Ósip Mandelshtam, Konstantín Balmont, Marina Tsvetáieva y la novela de Mijaíl Bulgákov El maestro y Margarita. En 1962 se publicó el relato de Alexánder Solzhenitsin Un día de Iván Denísovich, sobre la vida cotidiana de un prisionero en un campo de trabajo.
En la revista liberal Novi Mir se publicaban autores jóvenes, y la poesía se hizo extremadamente popular. Poetas como Yevgueni Yevtushenko y Andréi Voznesenski congregaban literalmente estadios llenos de gente que quería conocer su obra.
En la Unión Soviética, durante el “deshielo”, la gente empezó a familiarizarse en masa con novelas de escritores extranjeros (como Erich Maria Remarque y Ernest Hemingway) y con las obras de músicos extranjeros. En 1962, la orquesta de jazz estadounidense de Benny Goodman recorrió el país con gran éxito.
En el cine, los grandes líderes y los fieros revolucionarios fueron sustituidos por gente corriente con sus propios problemas y aspiraciones. Por ejemplo, en la película de Gueorgui Danelia Yo paseo por Moscú (1963), los protagonistas no realizan ninguna hazaña, sino que simplemente pasean por la capital.
En arquitectura, el lujoso imperio estalinista con bajorrelieves y columnas dio paso a la construcción de edificios estándar de cinco plantas. Como dijo Jrushchov a los decepcionados arquitectos: “La gente necesita pisos. No necesitan admirar siluetas, ¡necesitan vivir en casas!”
Bulat Okudzhava, Andréi Voznesenski, Robert Rozhdéstvenski y Yevgueni Yevtushenko.
Dmitri Baltermants/ MAMM/ MDF/russiainphoto.ruLos cambios radicales en la sociedad causaron la aparición de una nueva generación de intelectuales soviéticos, apodados los “sesenteros” (es decir, los que vivían en los años 1960). Estas personas creían en el humanismo, la libertad de creatividad y autoexpresión, y el derecho humano a la intimidad.
Entre los “sesenteros” había artistas, actores, poetas, escritores, músicos, etc. Organizaban reuniones en pisos donde podían pasar noches enteras hablando de problemas de la cultura, el Estado o simplemente del sentido de la vida.
Aunque algunos de ellos se convirtieron en opositores al régimen soviético y se unieron al movimiento disidente, los “sesenteros” creían en los ideales del comunismo. Pretendían alcanzarlo mediante reformas democráticas moderadas.
Primavera de Praga en Checoslovaquia. Acontecimientos en Praga en 1968.
Yuri Abrámochkin/SputnikLas autoridades nunca dejaron que el “deshielo” se desarrollara en todo su potencial y mantuvieron cierto control sobre los procesos públicos. Uno podía ser procesado por una broma antisoviética.
“Permitiendo la llegada del ‘deshielo’ y apostando por él conscientemente”, afirmaba Jrushchov, “los dirigentes de la URSS, incluido yo mismo, teníamos al mismo tiempo miedo de que el ‘deshielo’ provocara una avalancha que nos desbordaría y a la que nos resultaría difícil hacer frente... Teníamos miedo de perder las antiguas oportunidades de dirigir el país, frenando el crecimiento de sentimientos indeseables desde el punto de vista de la dirección”.
Con la llegada al poder de Leonid Brézhnev en 1964, comenzó una lucha activa contra la disidencia y el fortalecimiento de la censura. Al año siguiente, se inició un proceso judicial contra los escritores Andréi Siniavski y Yuli Daniel que fueron acusados de propaganda antisoviética.
La organización de jóvenes poetas SMOG (“Coraje”, “Pensamiento”, “Imagen”, “Profundidad”), fundada en 1965, sólo duró un año. Sus miembros se negaron a ser sometidos al control de las autoridades estatales, por lo cual la organización fue disuelta, y su líder, Leonid Gubánov, fue enviado a la fuerza a un hospital psiquiátrico para recibir tratamiento.
El final del “deshielo” se asocia con la supresión del período de liberalización en Checoslovaquia en 1968, conocido como la Primavera de Praga. Muchos “sesenteros” apoyaron a los checoslovacos, por lo que fueron sometidos a represión y obligados a unirse al movimiento disidente. Comenzó el así llamado “período de estancamiento”.
Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes
LEE MÁS: Así aprovechó la URSS de Stalin la tecnología de Henry Ford, emblema del capitalismo
La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: