¿Por qué fue Nóvgorod una ciudad única en la Rusia medieval?

Konstantín Gorbatov
En casi todos los aspectos de la vida y la política, Nóvgorod era muy diferente de otras ciudades de la Rusia medieval. Explicamos aquí por qué.

Siendo la ciudad más destacada y poderosa del noroeste de Rusia en la Edad Media, muy popular además entre los comerciantes europeos, Nóvgorod era diferente a cualquier otro asentamiento en las tierras de los eslavos orientales durante esa época.

Tradicionalmente, las ciudades medievales rusas crecían alrededor de una fortaleza principal, que era el corazón político y religioso de la comunidad. Nóvgorod, sin embargo, surgió de la unión de tres asentamientos habitados por diferentes tribus eslavas. Para ellos, se convirtió en una “ciudad nueva”, así es como se traduce literalmente “Nóvgorod” del ruso (Novi – “nuevo”, y gorod – “ciudad”).

En los siglos XIV y XV, durante su apogeo como potencia comercial y política, la ciudad de Nóvgorod era conocida oficialmente como Gospodín Veliki Nóvgorod, literalmente “El Gran Maestro Nóvgorod”. La ciudad era casi un imperio, controlando vastas tierras desde el Mar Báltico en el oeste hasta los Montes Urales en el este, y desde el Mar Blanco en el norte hasta el alto Volga en el sur. Después de Kiev, era la segunda ciudad más poderosa de la Rusia medieval.

Comercio: Haciendo grande a Nóvgorod

El mercado de Nóvgorod en el siglo XVII

El comercio internacional fue la base de la prosperidad de Nóvgorod, lo que realmente la hizo grande y poderosa. Los artesanos locales, tejedores y curtidores, joyeros y sopladores de vidrio, alfareros y trabajadores de fundición, armeros y cerrajeros, eran famosos en toda la Rusia. Pero Nóvgorod también comerciaba activamente con Europa occidental a través de las rutas comerciales del Mar báltico.

A finales del siglo XIII, los comerciantes de la Liga Hanseática desarrollaron fuertes relaciones comerciales con Nóvgorod. La Liga Hanseática era la asociación comercial más grande de comerciantes de las principales ciudades alemanas situadas a lo largo de los mares Báltico y del Norte, pero también mantenía cuatro oficinas representativas fuera del mundo de habla alemana, en Nóvgorod, Brujas, Bergen y Londres.

Invitados desde el mar, Nicholas Roerich, 1901

Nicholas Roerich

Los comerciantes alemanes venían a Nóvgorod para hacer compras al por mayor, y los acuerdos se cerraban en la oficina de representación de la Liga Hanseática. Sin embargo, un comerciante de cualquier otra ciudad rusa no podía entrar en el territorio de la oficina y cerrar acuerdos allí.

Los comerciantes europeos estaban ansiosos por llegar a Nóvgorod para vender productos de lujo apreciados como vino, telas caras, piedras ornamentales y metales preciosos. A cambio, Nóvgorod vendía pieles finas y preciosas como ardilla, comadreja y sable. Nóvgorod también exportaba en gran medida miel, cuero, cera (necesaria en Europa para hacer velas de iglesia) o marfil de morsa.

República boyarda

Veliki Nóvgorod

El sistema político de Nóvgorod era único entre la multitud de ciudades-estado y principados de la Rusia medieval; estaba gobernado por un pequeño círculo de familias boyardas que poseían vastos feudos tanto cerca de la ciudad como en tierras del norte remoto. El título de boyardo en Nóvgorod era hereditario, un hecho que distinguía a la ciudad del resto de Rusia, donde el título de boyardo generalmente se otorgaba a comandantes militares cercanos a los príncipes ruríkidas. El hecho de que Nóvgorod fuera gobernada únicamente por una aristocracia nacida localmente era en realidad una característica destacada en la forma única de gobierno republicano de la ciudad.

A diferencia de los boyardos en el resto de las tierras rusas, los boyardos de Nóvgorod no eran comandantes militares. Eran propietarios de tierras nacidos localmente y comerciantes internacionales de alto perfil que también eran competentes en política. La autoridad suprema en Nóvgorod era la “Veche”, una especie de parlamento que incluía a los hombres más ricos e influyentes de la ciudad. La parte superior de la Veche incluía al menos 300 boyardos; las fuentes alemanas del siglo XIV informan que la asamblea principal en Nóvgorod se llamaba “los 300 cinturones dorados”.

La Veche se reunía públicamente en la plaza cerca del mercado central, y su convocatoria era anunciada por la famosa “campana Veche”, un símbolo de la libertad e independencia de Nóvgorod. La Veche no era única en Nóvgorod, sin embargo, también era una característica del sistema político en otras ciudades de la Rusia medieval hasta el momento en que Moscú comenzó a consolidar el control sobre los demás principados para formar un estado ruso centralizado. Solo en Nóvgorod la Veche existió hasta el siglo XV.

La Veche era tan poderosa que elegía e incluso podía expulsar al príncipe; también promulgaba leyes, declaraba la guerra y hacía la paz, establecía impuestos y deberes. Además, los miembros de la Veche elegían a un posadnik, que era el jefe gerente de la ciudad. Supervisaba si el príncipe cumplía los términos del acuerdo con la ciudad, además de gestionar las posesiones de Nóvgorod y ser responsable de la aplicación de la ley, los tribunales e incluso firmar tratados diplomáticos. El príncipe de Nóvgorod debía representar a la ciudad ante las otras tierras rusas y era responsable de la defensa de la ciudad.

Sin embargo, la vida política de los novgorodianos no se limitaba a la Veche central; los novgorodianos comunes también tenían la oportunidad de participar en las Veche locales de la ciudad y los distritos. Los boyardos utilizaban estas reuniones para promover sus intereses y luchar contra sus opositores.

Las autoridades religiosas de la ciudad disfrutaban de gran libertad desde que los novgorodianos lograron asegurar la autonomía de su arzobispo. Desde principios del siglo XII, el obispo de Kiev (conocido como “metropolitano”) básicamente sancionaba cualquier candidato propuesto por los novgorodianos para este cargo. El arzobispo tenía su propio regimiento para protección, participaba en negociaciones diplomáticas y ponía su sello oficial en acuerdos internacionales.

Libertad de los príncipes

Yaroslav el Sabio, Nicholas Roerich, 1941-1942

La restricción de los derechos de los príncipes comenzó en Nóvgorod durante la vida de Yaroslav el Sabio (978 - 1054), quien acordó dar privilegios especiales a los boyardos de Nóvgorod en relación con el príncipe a cambio de apoyo en la lucha por el control de Kiev. Nóvgorod no desarrolló una dinastía principesca separada después de la muerte de Yaroslav, porque la ciudad estaba en la fuente de la ruta comercial “de los varangianos a los griegos” y estaba estrechamente relacionada con Kiev. Cuando murió en 1054, Yaroslav el Sabio legó Kiev y Nóvgorod a su hijo mayor. Como resultado, la línea principesca que gobernaba Kiev generalmente elegía un príncipe para gobernar en Nóvgorod, o Nóvgorod tenía el mismo príncipe que Kiev.

En 1136, una rebelión en Nóvgorod llevó a la expulsión del príncipe. A partir de entonces, los novgorodianos invitaban a los príncipes ellos mismos y concluían un acuerdo temporal con ellos, según el cual no podían interferir en los asuntos de la gestión de la ciudad, cambiar a los funcionarios más altos y adquirir tierras en las afueras de la república de Nóvgorod. En caso de violación del acuerdo, el príncipe era expulsado de la ciudad, y la Veche elegía a un nuevo candidato. Tales cambios más de una vez tuvieron un impacto grave en la vida de todos los principados de la Rus.

La ciudad más culta de Rusia

Carta de corteza de abedul nº 1

El 26 de julio de 1951, unas excavaciones arqueológicas en Nóvgorod encontraron la primera carta escrita en corteza de abedul, con un texto discernible tallado en la superficie. En total, se encontraron más de 1100 de estas cartas en Nóvgorod y alrededor de 100 en otras ciudades de la Rusia medieval.

El análisis de las cartas de corteza de abedul de Nóvgorod permitió a los académicos reconstruir la vida cotidiana de la ciudad y sus habitantes a lo largo de los siglos XI al XV, que fue la era dorada de la República de Nóvgorod.

Los textos en las cartas de corteza de abedul testifican la amplia alfabetización entre la gente de Nóvgorod, que escribía entre sí con frecuencia y sobre una variedad de asuntos, donde discutían temas domésticos, transacciones comerciales, así como decisiones judiciales o simplemente chismes locales. Tanto hombres como mujeres eran alfabetizados, lo que era inaudito para Europa occidental en esa época.

Las cortezas de abedul mostraron que la posición de las mujeres en la sociedad de Nóvgorod era bastante destacada, y llevaban a cabo sus propios asuntos, concluían transacciones comerciales, enviaban órdenes a sus esposos, así como comparecían en los tribunales, incluso en cuestiones financieras; y en general participaban activamente en la actividad económica.

Entre las cartas también había declaraciones conmovedoras de amor, como la famosa carta escrita por una joven desconocida en el siglo XII: “Te invité tres veces. ¿Qué mal tienes contra mí que no viniste a mí?” Otra carta de corteza de abedul contiene uno de los primeros registros de insultos en ruso.

Héroes de Nóvgorod, su trágica caída y legado actual

Sadkó, Ilyá Repin, 1876

La estructura política de Nóvgorod y la naturaleza de su economía crearon héroes culturales y reales especiales. A diferencia de los personajes de las bilinas rusas que pasan su tiempo acostados en la estufa y esperando una oportunidad para defender la patria, el héroe principal de Nóvgorod, Sadkó, que es es representado como un hombre guapo, además de tocador de gusli y comerciante, es incansable en su búsqueda de dinero y fama. Engaña con éxito al zar del mar y lo envuelve alrededor de su dedo, y una vez que es rico, jura comprar todos los bienes de Nóvgorod. En algunas versiones de la leyenda, incluso tiene éxito.

Otro héroe atípico de Nóvgorod, no de una bilina sino más bien alguien de la historia real, fue el líder de la resistencia local contra Moscú. Marfa Boretskaya (o Marfa Posádnitsa porque el segundo esposo de Marfa era un posadnik) provenía de una influyente familia boyarda y poseía vastas extensiones de tierra que ya estaban en posesión de su familia, así como esas tierras que heredó después de la muerte de su primer esposo.

La retirada de la campana de Nóvgorod Veche. Marfa Posádnitsa. 1889

Cuando en el siglo XV el Gran Príncipe de Moscú, Iván III, comenzó a unificar las tierras rusas conquistando otras ciudades, Marfa entabló negociaciones con el Gran Duque lituano para proponerle una fusión con Nóvgorod con la condición de mantener sus derechos de autonomía.

Enterado de las negociaciones, Iván III declaró la guerra a Nóvgorod, y en 1478 la república dejó de existir. Como señal de la abolición de la Veche de Nóvgorod, la famosa campana fue llevada a Moscú, y los habitantes más prometidos fueron reprimidos. Las tierras de Marfa fueron confiscadas, y ella misma murió poco después.

Sin embargo, aunque Nóvgorod hace tiempo que desapareció del mapa como entidad política independiente, su legado resuena hoy en la era moderna. En los albores de la historia rusa, Nóvgorod aceptó el reinado de Rurik, sentando así las bases de la estatalidad rusa. Además, la ciudad y su forma republicana de gobierno demostraron que el camino hacia la rígida centralización y el poder absoluto del Gran Príncipe no era el único camino político posible para Rusia.

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