Cómo los suecos intentaron borrar San Petersburgo de la faz de la tierra

Historia
BORIS EGOROV

Para el zar Pedro el Grande, la Guerra del Norte contra Suecia comenzó con una desastrosa derrota en Narva en el año 1700. El rey Carlos XII pensó entonces que los rusos estaban acabados y decidió enfrentarse al rey polaco Augusto el Fuerte.

Esta decisión fue su gran error. En pocos años, Pedro el Grande había capturado la Ingermanlandia sueca y fundado allí San Petersburgo en 1703. Con ello demostró al enemigo que Rusia no se movería de las costas del Báltico.

Los suecos no tardaron en darse cuenta de la amenaza que suponía San Petersburgo para su dominio a orillas del golfo de Finlandia. En 1704, sus tropas atacaron la ciudad por tierra y mar, pero el comandante en jefe Robert (Roman) Bruce, que dirigía la defensa, repelió la embestida.

En 1705, el enemigo lanzó un asalto más serio. Las tropas del general Georg Maydel ocuparon la isla Kámenni, más allá de la cual estaba a tiro de piedra la fortaleza de Pedro y Pablo, el núcleo histórico de la ciudad. Sin embargo, no pudieron avanzar más.

Tres años más tarde, San Petersburgo fue atacada sin éxito por el ejército de 12.000 soldados del general Georg Liebeker. El 9 de septiembre, las tropas rusas de Fiódor Apraksin derrotaron al enemigo en las afueras de la ciudad en una batalla cerca del Nevá.

Poco después de la derrota de Carlos XII cerca de Poltava el 8 de julio de 1709, Rusia comenzó a conquistar los estados bálticos y Finlandia. Los suecos ya no estaban interesados en capturar San Petersburgo, donde Pedro el Grande había trasladado la capital de su estado en 1712.

La ciudad seguía figurando en los planes militares suecos durante las guerras de 1741-1743 y 1788-1790. Al final, sin embargo, el enemigo ni siquiera pudo acercarse a ella: la bien defendida capital del Imperio ruso ya no estaba a su alcance.

Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes

LEE MÁS: Cuando Rusia derrotó a la orgullosa Suecia y le arrebató Finlandia