5 conocidas cuidades rusas que ya no existen

Historia
GUEORGUI MANÁIEV
Una legendaria ciudad comercial, una antigua capital helénica, un duro lugar de exilio, una ciudad que quedó bajo el agua y una ciudad destruida por Batú Kan: se trata de lugares literalmente borrados de la faz de la tierra por la historia.

Mangazéia

Esta ciudad en las profundidades del norte de Siberia (en el territorio del actual distrito autónomo de Yamalia-Nenetsia) fue fundada a finales del siglo XVI por iniciativa del gobierno del zar. Llegaron a ella a través del paso marítimo del norte y después a través de los ríos. La fortaleza de Mangazéia se convirtió en centro de recaudación y almacenamiento de yasak, un impuesto de los pueblos siberianos que se cobraba en pieles. Las pieles de marta y zorro se vendían a Europa por enormes sumas de dinero, por lo que el yasak era vital para el gobierno.

En la década de 1610, Mangazéia era una ruidosa fortaleza comercial con cinco torres. Los espías extranjeros estaban ansiosos por averiguar su ubicación y querían establecer una ruta comercial a través de los mares del norte hasta Mangazéia y comprar a la población local las mismas martas que daban como yasak a Moscú. En 1612 el mercader holandés Isaac Massa publicó en Europa un dibujo detallado de Mangazéia, en la que de alguna manera consiguió entrar. En 1620, por decreto del zar Mijaíl Fiódorovich, se cerró la ruta marítima del norte, que conducía también a Mangazéia, y para garantizar la seguridad en los puntos más importantes de la ruta se levantaron ostrog (un tipo de fortaleza con una empalizada de madera de entre cuatro y seis metros de alto) y puestos de guardia. El comercio por mar con Mangazéia se detuvo. En 1672 se decretó la abolición de la ciudad, y a finales del siglo XVII Mangazéia desapareció. No fue redescubierta por los arqueólogos hasta el siglo XX.

Fanagoria

Fanagoria fue fundada, según la leyenda, en el siglo VI a.C., y al cabo de dos siglos se convirtió en la segunda capital del Reino del Bósforo - un antiguo estado con capital en Panticapea (en el lugar de la moderna Kerch). La ciudad era tan importante que en el siglo VII d.C. se instaló aquí el emperador bizantino Justiniano II, expulsado de Constantinopla. A través de Fanagoria se mantuvo la conexión entre Bizancio y la Gran Bulgaria, un antiguo estado en las estepas de Azov.

Sin embargo, en el siglo XI, debido a la subida del nivel del mar, la ciudad comenzó a inundarse y su población emigró a la ciudad vecina de Tmutarakán.

Pustoziorsk

Pustoziorsk fue fundada en 1499 por voivodas rusos por orden del Gran Duque Iván III. Esta ciudad estaba situada casi en la confluencia del río Pechora en el mar de Pechora. Sus primeros pobladores fueron militares y funcionarios al servicio del zar. Como aquí no había tierras cultivables, los principales oficios eran la caza, la pesca y el trueque de pieles con las tribus locales. A finales del siglo XVI, la ciudad era minúscula: tenía unos 150 metros y unos 500 habitantes.

Tras la guerra de Livonia de la década de 1580, Rusia perdió la costa del Báltico, y el comercio con Europa pasó por los puertos del norte, incluido Pustoziorsk. Sin embargo, en la década de 1610, los comerciantes ingleses comenzaron a operar aquí. En 1620, tras el decreto de cierre de la ruta norte para el comercio, la población de la ciudad comenzó a disminuir rápidamente, y la fortaleza se convirtió en un “campamento” para exiliados ( aquí mantuvieron a los participantes de la sublevación de Stepán Razin, la sublevación en el monasterio Solovetski, aquí exiliaron al protopapa Avvakum y sus compañeros) en 1682 los cismáticos fueron quemados en una cabaña de madera.

Pustoziorsk nunca fue restaurada. Bajo el reinado de Catalina II la fortaleza fue finalmente desmantelada y la ciudad fue abolida. Sin embargo, la gente siguió viviendo aquí hasta el siglo XX. El último habitante abandonó Pustoziorsk en 1962.

Mologa

La ciudad del mismo nombre a orillas del río Mologa es conocida desde los siglos XIII-XIV, cuando ya existía el Principado de Molozhsk. Un poco más arriba del río, en Jolopi Gorodok, se celebraba la mayor feria rusa de la época: Molozhski Torg, a la que acudían mercaderes de Asia y Europa. Con el tiempo, debido a la crecida del Volga y otros ríos de la zona, el comercio se trasladó a Nizhni Nóvgorod, pero Mologa siguió siendo un centro de importancia local: a finales del siglo XVII había aquí 1281 casas, se celebraba una feria de pescado dos veces al año y el mejor pescado se entregaba directamente a la mesa del zar.

En los siglos XVIII y XIX la ciudad no creció (en 1896 había unos 7000 habitantes). Había varias fábricas, tesorería, banco, telégrafo, hospital y hospedería, correos y cine, estaba el convento Afanásievski. En los años 30 en la ya soviética Mologa no había más de 900 casas y todavía unos 7 mil habitantes.

El final de la historia de la ciudad llegó en 1935, cuando las autoridades soviéticas decidieron construir el complejo hidroeléctrico y el embalse de Ríbinsk: la ciudad iba a quedar inundada. Los habitantes recibieron la noticia con un respingo, pero en 6-7 años fueron, incluso por la fuerza, sacados de la ciudad. El 13 de abril de 1941 comenzó la inundación, y poco a poco hasta 1946 la ciudad quedó completamente sumergida. Los descendientes de los mologaños, desde 1972, cada segundo sábado de agosto se reúnen en Ríbinsk para honrar la memoria de su patria chica. Las reuniones siguen celebrándose. A veces, durante la sequía, los edificios más altos de la Mologa del pasado surgen de las aguas.

La antigua Riazán

La moderna ciudad rusa de Riazán es en realidad la antigua Pereyaslavl-Riazanski. La antigua Riazán, mencionada por primera vez en los anales en 1096, era una gran ciudad, capital del principado de Riazán, y Pereyaslavl-Riazanski era entonces sólo una fortaleza en las fronteras de Riazán.

Aquella Riazán comerciaba activamente con otras ciudades, pues sus tierras eran ricas en caza, bosques de robles miel, cerámica y artesanías de tejido desarrollado en la ciudad. Ya en el siglo XII el trigo de Riazán se exportaba a través de Nóvgorod por los ríos. La fortaleza principal de la ciudad se alzaba en una elevación sobre el río, protegida por empinadas murallas y altos muros con torres.

En 1237, el ejército de Batú Kan llegó a Rusia. Riazán se convirtió en la primera gran ciudad en recibir el golpe del ejército del Kan. El asedio duró seis días, pero los mongoles superaban en número a los rusos varias veces. Cuando los mongoles tomaron la ciudad, destruyeron todo lo que había en su interior. Aunque la población regresó más tarde al lugar donde antes estaba la ciudad, la proximidad de la antigua Riazán a la estepa la convirtió en un blanco excelente para nuevas incursiones. Por ello, en el siglo XIV, todas las funciones de la antigua Riazán, junto con la población, se trasladaron a Pereyaslavl-Riazanski, situada 50 kilómetros río arriba del Oká, que hoy conocemos como Riazán. En el lugar de la ciudad vieja se encuentran los restos de la catedral.

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