El 2 de marzo de 1917, en medio de la agitación de la Revolución, el último Emperador ruso, Nicolás II, abdicó del trono en favor de su hermano el Gran Duque Mijaíl Alexándrovich. Al día siguiente, el Gran Duque se negó a aceptar la autoridad imperial. Estos acontecimientos pusieron fin al poder de la Casa de Romanov y entregaron la autoridad al Gobierno Provisional.
¿Qué precedió a la abdicación?
A finales de 1916, la situación era calamitosa para el Imperio ruso y su poder real. Pobreza, elevados impuestos y, sobre todo, la Primera Guerra Mundial, que Rusia parecía estar perdiendo frente a Alemania. El 23 de febrero, Nicolás II llegó desde Tsárskoie Seló, donde se alojaba su familia, a su cuartel general situado en Moguilev.
Mientras tanto, en San Petersburgo, comenzaron grandes disturbios masivos. El 24 de febrero, 200.000 trabajadores se declararon en huelga, mientras que los ciudadanos más pobres empezaron a saquear tiendas y a atacar a la policía. Nicolás II se enteró el 25 de febrero y ordenó a la policía y al ejército que detuvieran los disturbios de inmediato, pero no fue posible.
Mientras Nicolás firmaba una orden para disolver la Duma Estatal, Mijaíl Rodzianko, presidente de la Duma, escribió al emperador:
"Hay anarquía en la capital. El gobierno está paralizado. El transporte de alimentos y combustible es un completo caos. Crece el descontento general. Se están produciendo tiroteos aleatorios en las calles. Partes de las formaciones del ejército se disparan entre sí. Hay que encargar inmediatamente a una persona de confianza la formación de un nuevo gobierno. No debemos dudar. Ahora, cualquier vacilación es letal", pero Nicolás II desoyó distraídamente las advertencias de Rodzianko: "Ni siquiera responderé a esta tontería", dijo el Emperador.
¿Qué hizo Nicolás II días antes de la abdicación?
Nicolás II disolvió la Duma Estatal, con la esperanza de que calmara las protestas, pero fue en vano. El 27 de febrero, cada vez más regimientos del ejército estacionados en San Petersburgo empezaron a ponerse del lado de los rebeldes. Los oficiales al mando de las tropas sublevadas fueron asesinados. Los amotinados liberaron a los presos de las cárceles de San Petersburgo, quemaron el edificio del tribunal de San Petersburgo y asesinaron a policías.
Para entonces, muchos de los consejeros y ayudantes de Nicolás, entre ellos su hermano el gran duque Mijaíl Alexándrovich, le suplicaban que emitiera algún tipo de manifiesto o declaración que calmara la situación. El círculo cercano al Emperador pensaba que si éste se comprometía personalmente a formar un gobierno democrático, la revolución se detendría. Pero Nicolás dudó, en su lugar, decidió volver a Tsárskoie Seló con su familia.
Nicolás II también ordenó a uno de sus generales, Nikolái Ivanov, que fuera a San Petersburgo para reprimir los disturbios. Sin embargo, para entonces los ferrocarriles estaban controlados por las tropas amotinadas, por lo que el general Ivánov no pudo reunir a las tropas leales que le habían sido asignadas y, al cabo de unos días, regresó al cuartel general.
¿Quién "inventó" la abdicación?
El 28 de febrero de 1917, Nicolás II abandonó su cuartel general en Moguilev para dirigirse a Tsárskoie Seló. Mientras iba de camino, recibió mensajes de San Petersburgo: se enteró de que las tropas del ejército leal habían sido finalmente derrotadas, el Consejo de Ministros se había disuelto y se había establecido el Soviet de Diputados Obreros y Soldados de Petrogrado, un órgano de gobierno revolucionario. Se hizo evidente que si el zar llegaba a Tsárskoie Seló, podría ser hecho prisionero por los amotinados. Así que, finalmente, el tren de Nicolás tuvo que dar media vuelta. En la noche del 1 de marzo, Nicolás llegó a Pskov.
Allí, el Emperador se enteró de que Moscú también había sido tomada por los revolucionarios, y recibió un telegrama del general Mijaíl Alexéiev, jefe del Estado Mayor del Comandante en Jefe. El mensaje rogaba al Emperador que emitiera un manifiesto para apaciguar a los revolucionarios. En la noche del 1 de marzo, Nicolás II mantuvo una dura conversación con el general Nikolái Ruzski, comandante en jefe del Frente Norte del ejército ruso. Ruzski insistió en que el Emperador cediera el poder a algún tipo de gobierno temporal, pero Nicolás se opuso con cautela, diciendo que no entendía la condición de monarca constitucional.
Mientras Nicolás se mostraba indeciso, Mijaíl Rodzianko, que se convirtió en el jefe del Comité Provisional de la Duma Estatal (una institución temporal), escribió al zar desde San Petersburgo: "El odio [del pueblo] hacia la dinastía [Romanov] ha llegado a sus límites extremos". Rodzianko pensaba que había llegado el momento de que Nicolás abdicara en favor de su hijo. "El golpe puede ser voluntario y completamente indoloro para todos; no habrá derramamiento de sangre, ni víctimas innecesarias", aseguró audazmente Rodzianko a Ruzski por telegrama. Poco se imaginaba lo que estaba a punto de suceder.
¿Cómo se produjo realmente la abdicación?
En el momento en que se discutió la cuestión de la abdicación, la familia de Nicolás seguía en Tsárskoie Seló, una residencia rodeada de soldados amotinados, pero protegida por regimientos leales. Sin duda, el destino de la familia preocupaba mucho a Nicolás; quién sabe, tal vez incluso más que el destino de Rusia.
El 2 de marzo, el jefe del Estado Mayor, Mijaíl Alexéiev, telegrafió a cuatro generales que dirigían diferentes frentes del ejército ruso, pidiéndoles que enviaran al cuartel general su consentimiento con la abdicación del zar. Todos los generales que recibieron el telegrama, expresaron su consentimiento. Incluso el Gran Duque Nikolái Nikoláievich, primo hermano de Nicolás II, escribió: "Como súbdito leal, creo en el deber... de arrodillarme y rogar al soberano que renuncie a la corona para salvar a Rusia y a la dinastía". "Todos me traicionaron. Incluso Nikolasha (Nikolái Nikoláievich)", dijo Nicolás II al recibir las respuestas de los generales.
En un principio, Nicolás abdicó en favor de su hijo, y el Gran Duque Mijaíl Alexándrovich ejerció de regente. Pero ese mismo día, Nicolás cambió la abdicación a favor de Mijaíl Alexándrovich únicamente. Nicolás temía que si su hijo heredaba el trono, se separarían. Así que abdicó en su favor y también en el de su hijo. El Acta de Abdicación fue enviada al cuartel general en Moguilev desde Pskov a las 23:40 del 2 de marzo de 1917. Decía, entre otras cosas: "Ordenamos a Nuestro hermano que dirija los asuntos del Estado en plena e inviolable unión con los representantes del pueblo en los órganos legislativos sobre aquellos principios que serán establecidos por ellos..."
Una de las dos copias originales del Acta fue entregada a Vasili Shulguin y Alexánder Guchkov, los representantes del Gobierno Provisional que pronto se formaría y que acudieron a Pskov. "A la una de la madrugada salí de Pskov con la pesada sensación de lo que había vivido. Todo a mi alrededor es traición, cobardía y engaño", escribió el antiguo emperador en su diario.
¿Qué ocurrió poco después de la abdicación?
Nicolás había planeado que, tras la abdicación, se llevaría a su familia a Gran Bretaña y, más tarde, regresaría a Crimea para criar a sus hijos. Evidentemente, Nicolás estaba delirando sobre la situación o tenía información adicional o algunas promesas esperanzadoras de Europa.
Desde Pskov Nicolás se dirigió a Moguilev, donde se enteró de que su hermano el Gran Duque Mijail Alexándrovich no había aceptado el trono. En la tarde del 3 de marzo, en San Petersburgo, tras consultar con los futuros miembros del Gobierno Provisional, entre ellos Alexánder Kerenski, había decidido firmar el Acta de no aceptación del trono. El Gran Duque Mijaíl también temía por su vida, mientras que los ministros le convencían de que su aceptación del trono no cambiaría la grave situación.
El 4 de marzo de 1917, el poder en Rusia fue tomado por el Gobierno Provisional. Según el Acta de no aceptación del trono, la dinastía Romanov sólo podría ser restaurada tras la formación de una Asamblea Constituyente que aprobara la restauración de la monarquía. Pero como ya sabemos, eso nunca ocurrió. El 8 de marzo, cuando Nicolás abandonaba Moguilev para dirigirse a Tsárskoie Seló, la emperatriz Alexandra Fiódorovna fue arrestada allí mismo, en su palacio. Cuando Nicolás llegó a Tsárskoie Seló, también fue arrestado. "¡Déjenme vivir aquí con mi familia, aunque sea como un simple campesino que se gana la vida, envíennos al rincón más apartado de nuestra Patria, pero déjennos en Rusia!", dijo Nicolás. Pero finalmente él y su familia fueron llevados a Ekaterimburgo, donde fueron ejecutados.
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