Durante la Guerra Civil Española, la Unión Soviética fue de los pocos países que envió material militar y otro tipo de ayuda al gobierno legítimo español. Además de los famosos cazas ‘Rata’ y ‘Mosca’ que defendieron los cielos de Madrid o las lanchas torpederas, la URSS envió asesores militares y cargamentos de ayuda de todo tipo.
Las armas de fuego soviéticas más populares en la Guerra Civil Española (y después)
Según Ismael López Domínguez, Miembro fundador y director de redacción de Archivos de la Historia. Aproximadamente la mitad de las tropas de la II República estuvieron equipadas en algún momento con un fusil Mosin. Nada, extraño, por otro lado, si se considera que el Mosin-Nagant M1891 es el fusil de cerrojo más fabricado de la historia
Mosin-Nagant M1891 y M1930
Este rifle de cinco disparos creado en 1891 utiliza munición de 7,62x54 que puede ser comparado visualmente a las .308 de la OTAN.
A lo largo de los años, como contamos en un artículo anterior, demostró ser una de las armas más resistentes y precisas del mundo. Los soldados rusos lucharon con este rifle en una serie de conflictos que marcaron el país: la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la guerra civil (1917-1922) y la Gran Guerra Patria (1941-1945). Desde finales del siglo XIX se han producido 37 millones de Mosins. A pesar del tiempo que tiene, todavía se utiliza en algunos conflictos modernos.
En la España fascista, el Mosin ruso fue utilizado varias décadas por la Guardia Civil.
Ametralladoras Máxim M1910
La Maxim 1910 fue adoptada por el ejército imperial ruso y fue utilizada en ambas guerras mundiales. Estaba refrigerada por agua, lo que permitía que en óptimas condiciones de mantenimiento la máquina no tuviera que dejar de disparar; creando barreras de fuego infranqueables para la infantería. Cuando se inició la Guerra Civil Española esta ametralladora no estaba presente en la Península Ibérica, pero tras los primeros contactos entre el gobierno de la II República y la Unión Soviética de Stalin, los cargueros soviéticos trajeron una cantidad considerable de estas armas a España.
Las Maxim M1910 que quedaron en España después de la derrota republicana fueron entregadas a los destacamentos de la Guardia Civil hasta entrados los años 50.
Ametralladoras Maxim-Tókarev M1917/29
La Maxim-Tókarev fue la primera ametralladora ligera soviética que entró en servicio. Estaba basada en la Maxim M1910. Aproximadamente llegaron 3.220 de estas armas, en ocho envíos, a España.
Fusiles ametralladores DP-28
Los republicanos compraron 5.146 fusiles ametralladores del modelo Degtiarov DP 1928, pero se estima que en total los representantes gubernamentales lograron conseguir cerca de 15.000 fusiles ametralladores, importados de diferentes países de Europa.
El DP-28 era un buen arma que utilizaba cargadores en forma de tambor, a los que en España se bautizó como “sartenes”, por su forma.
Tras la derrota republicana, fueron destinados a las comandancias de la Guardia Civil en grandes cantidades. La denominación de esta arma fue cambiada en España y pasó a denominarse fusil ametrallador Napot y estuvo en servicio en las filas de la Guardia Civil hasta bien entrada la década de 1950.
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