Los Romanov estaban considerados una de las dinastías más ricas de Europa, pero Nicolás II y Alexandra Fiódorovna no mimaron en absoluto a sus hijos. Las princesas vestían con gusto, pero con sencillez: no se las podía acusar de estar obsesionadas con los aseos de moda. El zarévich, como todos los hombres de la familia imperial, vestía los uniformes de los regimientos que había patrocinado desde su infancia.
Los cuatro primeros hijos del emperador Nicolás y la emperatriz Alexandra Fiódorovna fueron niñas. Se llamaban Olga, Tatiana, María y Anastasia, de la mayor a la menor. De niñas vestían de forma casi idéntica. Los vestidos infantiles de las princesas eran de batista, seda y crepe de chine, y estaban decorados con encajes.
Sin embargo, incluso las niñas pequeñas estaban obligadas a observar la etiqueta de palacio, por lo que durante las celebraciones las princesitas se vestían con trajes ceremoniales de pesado brocado adornado con trenzas, seda y encaje. En 1834, Nicolás I hizo obligatorio el uso de este tipo de vestidos al estilo ruso en los actos oficiales.
También se conservan varios abanicos de las Grandes Duquesas. El primero es sencillo, infantil, de tela de gasa con un diseño aplicado al gouache. El segundo es, evidentemente, una prenda del vestuario de noche decorada con lentejuelas.
Alexandra Fiódorovna solía vestir a las niñas por parejas: las mayores, Tatiana y Olga, y las menores, María y Anastasia. Los primeros vestidos oficiales de corte de las hijas mayores eran iguales. Los vestidos sólo se distinguían por la longitud de la cola y las pequeñas iniciales bordadas de la dueña en la cintura. Los vestidos de las hermanas se confeccionaron con motivo del tricentenario de la Casa Romanov y se fabricaron en San Petersburgo.
La emperatriz Alexandra Fiódorovna era clienta habitual del atelier de August Brizak, por lo que con el tiempo las princesas adultas también tuvieron ropa de este taller. Para Olga se creó un delicado vestido de gas, raso y seda adornado con encaje.
Para Tatiana, un vestido de gas adornado con cuentas de cristal, perlas de imitación y flecos.
Para María se creó un vestido "volador" igualmente delicado en tonos rosas.
También se encargó a Brizak un abrigo color crema con adornos de piel en la cintura.
No sólo las niñas se vestían con la ropa de las demás: es muy posible que Alexéi recibiera ropa infantil de alguna de sus hermanas. La familia real vestía a los niños pequeños de la misma manera hasta que cumplían los 3 años, por eso el vestido de la foto de abajo pertenecía al zarévich.
Sólo a partir de los tres o cuatro años los niños empezaron a vestirse con ropa de hombre - la mayoría de las veces eran mangas hasta la rodilla y pantalones metidos dentro de botas.
Alexéi tenía un uniforme de desfile desde su más tierna infancia. El traje de terciopelo con elementos de uniforme militar fue confeccionado cuando tenía sólo un año.
Al cumplir los siete años, los niños empezaban a llevar uniforme militar, ya que eran alistados al nacer. Alexéi fue alistado en el regimiento Leyb-Guards Jäger, cuyo jefe era el propio Emperador.
Así era la tradición: los miembros de la familia imperial podían patrocinar nominalmente decenas de regimientos. Por ejemplo, Alexéi era también jefe del 14º Regimiento de Granaderos de Georgia, figuraba en las listas del Cien Cosacos de los Urales de Su Majestad y del propio convoy de Su Majestad, y vestía el uniforme correspondiente.
Una rara ocasión para que los hombres de la familia imperial cambiaran de atuendo podía ser un baile de máscaras - un caftán boyardo de este tipo fue confeccionado para Alexéi en 1910.
Muchas fotografías muestran al zarévich con un traje de marinero y su capa. El traje de marinero se puso de moda en la Europa del siglo XIX y los hijos de Nicolás II también lo llevaban.
Puede saber más sobre los hijos de Nicolás II en la exposición "Hijos del último emperador ruso. OTMA y Alexéi", que tendrá lugar en el Hermitage desde el 19 de mayo al 10 de septiembre.
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