La ciudad siberiana de Tomsk es famosa, en primer lugar, por su histórica arquitectura de madera, hoy en día los residentes también construyen casas creativas.
En 2012, Alexánder Lunev compró al gobierno municipal de Tomsk una torre de agua de finales del siglo XIX y decidió convertirla en un apartamento. Tardó ocho años en restaurar las fachadas y los espacios interiores. Hasta 2020 no pudo mudarse allí. La torre se divide ahora en seis plantas, cada una con una habitación. A día de hoy, sólo está lista una de ellas, donde vive y continúan las obras.
En esta capital del Anillo de Oro no solo hay edificios de la Rus medieval, sino también la empresa que fabrica impresoras 3D para construcciones. Ya en 2017, dieron a conocer una de las casas particulares impresas más grandes de Europa, con una superficie de casi 300 metros cuadrados.
Solo tardaron un mes en imprimirla, aunque el interior les llevó dos años y ahora una familia vive allí.
Actualmente, esta empresa está construyendo todo un asentamiento utilizando la misma tecnología.
Es difícil de creer, pero esta casa o, mejor dicho, la casa de verano de un residente local, también se construyó utilizando una impresora 3D de la misma empresa, pero de una forma ligeramente diferente. Para la casa se imprimieron 150 piezas en el taller y luego se montaron in situ.
El resultado es una casa con forma de gato que sostiene un cubo de Rubik entre sus patas. La superficie interior es de apenas 23 metros cuadrados y la altura total es de 5,4 metros.
El famoso escultor moscovita Grigori Orejov construyó esta casa con forma de huevo para su hija Agatha. El concepto de esta construcción futurista nació de la búsqueda de una casa de juegos para niños. "Mi hija lleva muchos años pidiéndome una casa de juegos, pero somos una familia de perfeccionistas, así que no podemos comprar cualquier cosa simplemente para zanjar el asunto", dice Orejov.
Lee más sobre esta casa aquí.
En 2019 apareció en las afueras de Moscú una casa inusual que, vista desde arriba, se vuelve indistinguible de su entorno natural. Esta casa fue diseñada por el estudio alemán 'J.Mayer.H' para un cliente sin nombre. Según los arquitectos, el límite entre la casa y el paisaje se borra y surge la sensación de un entorno natural. La casa tiene una superficie de 5.600 metros cuadrados. El edificio en sí recuerda la forma de una almeja gigante o la hoja de un árbol. La construcción duró 2,5 años, lo que, para un proyecto tan complejo, es un abrir y cerrar de ojos.
Antes de los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980, se construyeron las famosas jruschovkas redondas (lee más sobre ellas aquí). Estos edificios de apartamentos en el sur de Moscú se construyeron a finales de la década de 1990. Se trata de una serie experimental de casas de 24 pisos llamada "Kolos".
Las tres plantas inferiores están destinadas a almacenes, mientras que las superiores son apartamentos normales, aunque con paredes cóncavas.
Esta casa del barrio moscovita de Ostrovtsi fue construida por Serguéi Kozhuro a modo de experimento. Actualmente es un monumento que hay que ver. La idea era construir una casa habitable con forma de elefante (¿recuerda que Rusia es su patria? ¿No? Entonces lee más sobre esto aquí) Sin embargo, la casa de cuatro plantas aún no ha encontrado dueño.
El diseñador local Iván Dirkin empezó a construir casas con forma de esfera en la ciudad más grande de Siberia hace unos diez años. Su primera casa se convirtió en un auténtico hito de la ciudad; allí celebraba conferencias, exposiciones y fiestas. Ahora construye casas por encargo utilizando la tecnología que él mismo inventó.
(Lee también sobre el experimento de vivir bajo una cúpula en la región más fría de Rusia aquí).
En lo alto de las montañas de Altái hay otra casa en forma de esfera. Concretamente se encuentra en el pueblo de Multa, un popular lugar turístico. Se trata de una casa de tres plantas que los propietarios también alquilan a turistas. A pesar de su aparente pequeñez, tiene seis dormitorios, una cocina completa y un gran salón. La casa se calienta con una estufa.
Una casa de extraña forma apareció no lejos de Ekaterimburgo, en el pueblo de Tavatui, en 2012. Fue construida por un arquitecto local llamado Yuri Gaidukov para sí mismo.
La casa tiene tres niveles: abajo hay un vestíbulo con una biblioteca, en la segunda planta hay una cocina y un salón y, en la tercera, un dormitorio. Prácticamente no hay líneas rectas en la casa; es casi como si todo fluyera y gravitara. ¿Qué te parece?
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