Edificio lúgubre de estilo gótico con poderosas paredes de enormes rocas de granito ligeramente trabajadas, así es parece la casa más antigua de Rusia en la actualidad, situada en Víborg en la calle Krepostnaia, 13-A.
La Casa del Ciudadano, de dos plantas y 70 metros cuadrados, se construyó en 1583, cuando la ciudad estaba bajo dominio sueco. Situada peligrosamente cerca de la frontera con el estado ruso, Víborg era el puesto de avanzada sueco más importante en el este, por lo que incluso las viviendas aquí se construían a menudo como pequeñas fortalezas.
En caso de invasión, el dueño de la casa podía esconder fácilmente a su familia detrás de muros sólidos de un metro de grosor y bombardear al enemigo a través de las ventanas, que en aquella época eran mucho más estrechas que hoy, y de hecho eran auténticas troneras.
En los siglos siguientes, Viborg fue reconstruida varias veces, y la vieja casa que no encajaba en la nueva red de calles fue torpemente encajada entre otras más nuevas.
La Casa del Ciudadano siempre ha sido una vivienda ordinaria. Sin embargo, se especula que la primera imprenta de la ciudad funcionó aquí en el siglo XVII, y en el siglo XVIII fue utilizada como residencia por el emperador ruso Pedro el Grande, que se alojó aquí durante sus visitas a la ciudad.
El singular edificio está catalogado como patrimonio nacional, pero la gente sigue viviendo en él. Hay un piso de dos plantas con una escalera de madera en la propia casa. Hay otro piso en una extensión de ladrillo muy posterior.
No ha quedado mucho de los viejos tiempos en la Casa del Ciudadano. Hace tiempo que el edificio cuenta con electricidad, agua corriente, calefacción y alcantarillado, y los interiores se han renovado al día. Las únicas reminiscencias de una época pasada son la antigua bodega con una entrada separada de la calle y los gruesos muros que aseguran una completa insonorización.
En 2019, el edificio residencial más antiguo de Rusia se puso a la venta por 11 millones de rublos (180.000 dólares). Un poco más tarde, el precio bajó a 8,5 millones (140.000 dólares). Se desconoce si el "verdadero conocedor de la historia" que buscaba el vendedor fue finalmente encontrado.
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