Esquiadores militares durante la liberalización de la región de Moscú durante la Batalla de Moscú.
Una iglesia destruida por los nazis en la ciudad de Mozhaisk, cerca de Moscú.
Artillería durante la batalla de Moscú.
Enfermera vendando a un soldado herido.
Soldados de los submarinos de la Flota del Báltico cantando y tocando la guitarra.
Marineros de la Flota del Norte durante un minuto de descanso.
Antes de un partido de fútbol entre marineros soviéticos y los aliados estadounidenses y británicos.
Escuadrón de pilotos de caza. La valentía y el drama de la aviación fueron romantizados e inmortalizados en la gran película soviética Sólo los viejos entran en combate.
Tomando un descanso para fumar después de un largo viaje de esquí.
Pastor de renos soviético con mecánicos de aviación británicos en uno de los aeródromos del Ártico.
Ruinas de una de las batallas más horribles: la batalla de Stalingrado.
Restos de una fuente, una foto icónica tomada en la destruida Stalingrado.
Soldados soviéticos recibiendo regalos de trabajadores estadounidenses.
Incluso los niños se ofrecían como voluntarios para trabajar en las fábricas y preparar productos, uniformes y armas para el frente. En la foto de abajo, una niña apilando proyectiles en una fábrica.
Mientras la mayoría de los hombres estaban en el frente, las mujeres y los niños se ocupaban de la casa, de ganar dinero y de sobrevivir, y muchos estudiantes de la escuela se convertían en adultos inmediatamente. En la foto de abajo, niños de la escuela pastoreando vacas.
Pioneros y maestros preparando leña para calentar la escuela y las casas cercanas.
Alumnos aprendiendo a descontaminar sustancias químicas y radiactivas en clase.
Niñas preparando las frambuesas recogidas para cocinar mermelada, con el fin de conservarlas durante el invierno.
Niñas cosiendo para los soldados y las necesidades del frente.
Un joven tractorista.
El pueblo soviético creía que las artes ayudaban a la recuperación, por lo que muchos músicos viajaban por los hospitales militares e incluso por el frente para actuar para los soldados.
Artistas actuando para los marineros de la Flota del Norte.
Las mujeres soviéticas también participaron activamente en la lucha contra los nazis. Entre ellas había pilotos, artilleras y, por supuesto, enfermeras. En la foto, la francotiradora Liudmila Pavlichenko en posición.
Enfermera partisana ordeñando una vaca.
Una de las páginas más oscuras de la Segunda Guerra Mundial fue el asedio de Leningrado, que duró casi 900 días. Bloqueados y casi sin acceso a cualquier suministro, los ciudadanos tuvieron que sobrevivir sin comida ni medios para calentarse. En la foto de abajo se ve a unas señoras plantando verduras justo en el centro de la ciudad, cerca de la catedral de San Isaac (que los nazis no bombardearon, ya que servía de punto de orientación).
La gente hizo todo lo posible por seguir viviendo en la asediada Leningrado. Los teatros y las instituciones estatales siguieron trabajando como siempre.
El Hermitage evacuó gran parte de su valiosa colección, pero el personal del museo dejó los marcos de los cuadros colgados en las paredes, con la esperanza de que las obras maestras fueran devueltas y pudieran encontrar más fácilmente su lugar original.
Getty Images
El compositor Dmitri Shostakóvich actuando en Moscú.
A pesar de la maldad de la guerra, todavía tenemos algunas fotografías de esa época que muestran a la gente viviendo su vida. En la foto de abajo, los campesinos de los koljoses (granjas colectivas) descansando.
Gran reunión de pioneros.
Pioneros en la Casa de los Sindicatos.
Pioneros jugando al fútbol.
Niñas de Moscú de camino a la escuela.
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