Cómo el hijo de Mao Zedong luchó por la URSS contra los nazis

Historia
BORIS EGOROV
Mao Anying experimentó todo el peso de la guerra contra Alemania y Japón, para acabar sucumbiendo a un ataque aéreo estadounidense.

En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, los hijos de los dirigentes soviéticos participaron con frecuencia en combates junto con los soldados regulares: entre ellos estuvo el hijo de Stalin, que fue hecho prisionero por los alemanes (y acabó muriendo en cautiverio), el comandante de la batería de artillería Jakob Dzhugashvili; luego estuvo el hijo de Jruschov, el piloto Leonid Jruschov, que murió durante un combate en 1943.

Ocasionalmente, los hijos de las principales figuras del comunismo mundial también acudieron a la defensa de la Unión Soviética en la lucha contra la Alemania nazi. Así, en 1941, en las afueras de Moscú, Zarko Broz, el hijo del líder yugoslavo Josip Broz Tito, perdió un brazo; o el hijo de la famosa comunista española Dolores Ibarruri Gómez, comandante de una compañía de ametralladoras, Rubén Ruiz Ibarruri, que pereció en la batalla de Stalingrado. 

Otro fue Mao Anying, hijo de una figura ya importante del Partido Comunista de China: Mao Zedong. Mao Anying logró ver acción no sólo contra los alemanes en Europa, sino también contra los japoneses en el Lejano Oriente.

Nuevo hogar

La infancia del hijo mayor de ‘El Gran Timonel’ transcurrió en días muy duros para los comunistas chinos. En los últimos años de la década de 1920, se enfrentaron a una constante persecución a manos del partido gobernante, el Kuomintang.

En 1930, Yang Kaihui, la madre de Mao Anying, fue ejecutada. El niño de ocho años, lejos de su padre, se vio obligado a valerse por sí mismo en las calles de Shanghai. Sólo en 1936 Mao Zedong consiguió localizar a su hijo y enviarlo a la URSS.

Como el presidente Mao era muy alabado y respetado en la Unión Soviética, el país se ocupó mucho de su hijo. Anying fue enviado al famoso hogar internacional Ivanovsk9 para hijos de comunistas extranjeros que perecieron en la lucha contra el fascismo.

Al frente

Al comienzo de la guerra contra la Alemania nazi, Serguéi Maiev (nombre recién adoptado por Anying) dominaba el ruso. Hizo todo lo posible por llegar al frente e incluso envió a Iósif Stalin una carta en la que le pedía permiso para incorporarse a las filas del Ejército Rojo en 1942.

“¡Querido camarada Stalin! Soy un joven chino. He estudiado durante cinco años en este País de los Soviets, dirigido por usted. Mi amor por la URSS es tan grande como el que siento por China. No puedo quedarme sentado viendo cómo los fascistas alemanes pisotean su país. Me gustaría vengar a los millones de ciudadanos soviéticos asesinados. Estoy lleno de determinación para ir a luchar en el frente. Por favor, satisfaga mi petición”, escribió Anying.

Nunca recibió respuesta, pero pronto, por orden del “padre de las naciones”, el hogar de infancia recibió la visita del Secretario del Comité Ejecutivo de la Comintern, Dmitri Manuilski. Se reunió con Mao Anying y llegó a la siguiente conclusión: “El padre es un héroe, y el hijo es un jovencito muy bueno”. Serguéi Maiev fue enviado entonces a recibir formación en el cuerpo de sargentos.

Después de haber estudiado durante algún tiempo en la Academia Política Militar Lenin y en la Academia Militar Frunze de Moscú, Anying (con el permiso de su padre) vio finalmente cumplido su deseo en 1944. En el frente de guerra, en el papel de zampolit (subcomandante del departamento de política) de un pelotón de tanques, luchó, recorriendo los territorios de Polonia y Alemania. Sus compañeros nunca supieron de sus verdaderos orígenes, creyendo que habían luchado junto a un buriato.

Anying también consiguió participar en la guerra contra el enemigo jurado de su país natal: Japón. En el marco de la guerra soviético-japonesa, en agosto de 1945, fue elogiado por su papel durante una operación en la provincia de Chahar, así como en el Gran Jingan, por lo que fue condecorado con la Orden de la Estrella Roja y la Medalla “Al Mérito en la Batalla”. Stalin, por su parte, regaló personalmente al hijo de su aliado chino un arma de fuego con una inscripción personalizada.

Mao Anying sobrevivió en las guerras contra Alemania y Japón, así como en la Guerra Civil de su China natal, a la que regresó desde la URSS en 1946. El destino, sin embargo, no le concedió la oportunidad de disfrutar de una vida en paz. En 1950, como parte del contingente nacional de voluntarios de China, fue enviado a Corea, donde murió durante un bombardeo aéreo estadounidense al principio del conflicto.

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