En mayo de 1982, ante el líder nicaragüense Daniel Ortega, el presidente del Kremlin, Leonid Brézhnev, culpó a Gran Bretaña por el inicio de las hostilidades con Argentina, calificando la guerra por las Islas Malvinas como un retroceso al “bandolerismo colonial”.
Según publicó entonces el Washington Post, Daniel Ortega, líder del gobierno revolucionario de Nicaragua, recibió el tratamiento de alfombra roja reservado a los líderes de países “hermanos” cuando llegó a la URSS para una visita oficial.
El discurso de Brézhnev, pronunciado en una recepción ante el líder nicaragüense Daniel Ortega, fue la primera declaración directa sobre las Malvinas del líder del Kremlin.
“El pueblo quiere ser dueño de su tierra, de su hogar, ya sea en Centroamérica o en el sur del Atlántico”, dijo Brézhnev en la cena de Estado celebrada en el Kremlin.
“Y si también en el hemisferio occidental surgen complicaciones peligrosas y situaciones de conflicto, es precisamente porque hay fuerzas que intentan conservar o restaurar sus posiciones de dominio e imponer la opresión extranjera a los pueblos.”
Inicialmente, Brézhnev no mencionó específicamente a Gran Bretaña y Argentina, posiblemente porque le resultaba incómodo defender las políticas de la junta militar, acérrima anticomunista, de Buenos Aires.
Pero la referencia del líder soviético a Gran Bretaña fue inequívoca cuando condenó, como reflejó el New York Times a las potencias que “no se limitan a las amenazas y la presión, el chantaje y el bloqueo o el uso de las armas, y recurren a acciones que se remontan a la época del bandolerismo colonial”.
El líder soviético acusó a Estados Unidos de una “campaña hostil” contra Nicaragua y sus vecinos, y dijo, sin ampliar, que el “carácter imperialista” de la política norteamericana '”se ha vuelto a demostrar gráficamente en relación con el conflicto británico-argentino'”.
Apoyo a Nicaragua en su lucha contra el imperialismo
En aquella reunión, Brézhnev, de 75 años, apareció vigoroso en la cena de homenaje a Ortega, líder del izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua, al que también aseguró ayudar.
Brézhnev, según los medios anteriormente mencionados, también prometió el pleno apoyo de la Unión Soviética a Nicaragua.
“El pueblo de Nicaragua defiende una causa justa, una causa vital”, dijo Brézhnev. “El pequeño Estado de América Central estaba haciendo todos los esfuerzos posibles para proteger su independencia y vivir en condiciones de paz, por lo que debe ponerse fin a todos los actos de provocación contra él”.
“Nosotros, como muchos otros, nos solidarizamos con usted en todo esto”, dijo Brézhnev en su brindis a Ortega.
Un amigo de Argentina
Cabe recordar que, como recoge el diario argentino ‘Clarín’, el gobierno de Argentina envió en noviembre del mismo año de la guerra de las Malvinas a su ministro de Defensa a encabezar una delegación al funeral de Leonid Brézhnev. Por otro lado, declaró un día de duelo en por el entierro del líder soviético. La bandera argentina estuvo a media asta por tres días, en una muy especial expresión de simpatía
LEE MÁS: ¿Qué papel desempeñó en la guerra de las Malvinas el sistema de espionaje soviético ‘Legenda’?