Liubov Netúpskaia murió en Gomel (Bielorrusia) el pasado 6 de diciembre, 10 días después de celebrar su centenario, informó la prensa. Veterana de la Segunda Guerra Mundial, fue ella quien, como telegrafista, en la noche del 8 al 9 de mayo de 1945, comunicó a Moscú la rendición incondicional de la Alemania nazi.
“Mamá se fue en paz. Fue enterrada en Dobruch [región de Gomel], la tierra natal de mi marido”, declaró su hija Larisa Zuníkova a la sucursal bielorrusa de la agencia Sputnik.
Nacida en la región de Moscú, Liubov tenía 20 años cuando estalló la guerra. Después de haber estudiado durante tres años en el Instituto de la Biblioteca Estatal de la capital, ella alimentó la ilusión de unirse al frente. Después de una larga insistencia en la oficina de reclutamiento militar, se unió a un batallón de telégrafos de reserva en mayo de 1942. Allí, en dos meses, logró entrenarse como telegrafista, pero sólo dos años después llegó a las filas del ejército en combate.
Al unirse a los efectivos del primer frente bielorruso, participó en la liberación de Alemania, Bielorrusia y Polonia. Llegó a Berlín el día en que la capital del Tercer Reich fue capturada, el 2 de mayo de 1945. Una semana después, hizo historia cuando informó al Estado Mayor en Moscú de la firma de los Actos de Capitulación.
Condecorada con múltiples distinciones, entre ellas la Orden de la Estrella Roja, se trasladó con su familia a Bielorrusia, que entonces todavía formaba parte de la Unión Soviética, en la década de los 80.
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