Una de las artesanías más demandadas era la producción de cucharas de madera. Por cierto, las cucharas se usaban no sólo como cubiertos. Lea más sobre las costumbres rusas en materia de cucharas aquí.
Mientras tanto, la ciudad de Pávlovo en la región de Nizhnyi Nóvgorod era famosa por sus maestros herreros. Hacían candados, cuchillos y bandejas, como en esta foto de alrededor de 1900.
En los lugares donde la tierra era poco fértil, los campesinos pasaban cada vez más de la agricultura a la artesanía, porque era más rentable y requería menos esfuerzo.
Los zapateros que trabajaban en la calle con herramientas y materiales simples eran conocidos como “zapateros fríos”; esta expresión también se aplicaba a los trabajadores descuidados.
Un zapatero más profesional, con su propio taller, tenía este aspecto. Naturalmente, sus servicios eran más caros.
Los mejores artesanos tenían aprendices. Para los niños de familias indigentes, este tipo de ocupación posición era tan valiosa como el oro.
Otro oficio común era la fabricación de botas de fieltro, que eran el calzado más popular durante el invierno ruso.
La etapa más importante era el enfieltrado de las futuras botas.
Ningún bazar ruso lo era de verdad si no se vendían en él artículos tejidos con corteza de abedul o raíces de otros árboles, como el sauce. Los artículos más famosos hechos a mano, las alpargatas, desaparecieron hace tiempo, pero las cestas hechas con el mismo material que este calzado son muy populares hoy en día.
En la URSS, muchas manufacturas se fueron industrializando gradualmente, pero en algunos pueblos los trabajadores manuales existieron durante mucho tiempo.
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