Este fue el blindado más extraño de la Segunda Guerra Mundial

Historia
BORIS EGOROV
Aunque los tanques improvisados soviéticos NI-1, hechos apresuradamente con tractores, tenían pocas posibilidades de sobrevivir en una batalla contra las fuerzas alemanas, aterrorizaron a sus aliados rumanos.

En la madrugada del 20 de septiembre de 1941, 20 tanques soviéticos, con sus faros y sirenas encendidos, lanzaron un repentino ataque contra las posiciones de las tropas rumanas en las afueras de Odessa. La aturdida infantería enemiga se retiró presa del pánico, sin darse cuenta de que lo que los había hecho huir eran en realidad tractores blindados con armas falsas.

Un tanque improvisado

La idea de hacer un tanque con un tractor les vino a los ingenieros de la Planta de Construcción de Maquinaria del Levantamiento de Enero, con base en Odessa, en agosto de 1941. Las unidades del Ejército Rojo que defendían la ciudad de las tropas alemanas y rumanas necesitaban urgentemente vehículos blindados. Por otro lado, no faltaban tractores de oruga en Odessa.

Los tres primeros tanques improvisados fueron hechos a mano en cuestión de un par de semanas. A los tractores STZ-5 les cortaron la parte superior, les cubrieron el cuerpo con placas de blindaje y les instalaron una torreta giratoria con armas. Al principio, el plan era usar cañones de 37 mm sacados de tanques T-26 irreparables, pero esto resultó ser técnicamente imposible. Al final, se decidió utilizar dos ametralladoras de 7,62 mm en su lugar, e instalar cañones de imitación para hacer los tanques improvisados más formidables e intimidantes.

Los tractores blindados resultantes, que se conocieron como “tanques de Odessa” o Yanvartsi (de “enero”, en referencia al nombre de la planta que los fabricó) podían desarrollar una velocidad de hasta 20 km/h pero, según relatos de testigos oculares, hacían un ruido aterradoramente fuerte y sonaban mucho al moverse. Los improvisados tanques ligeros podían cubrir una distancia de hasta 140 km, aunque en la práctica nunca tuvieron que hacerlo ya que el enemigo se acercaba rápidamente a Odessa.

En el campo de batalla

Los Yanvartsi recibieron su bautismo de fuego el 20 de agosto. Dirigidos por un tanque de verdad, apoyaron un contraataque de la 25ª División de Infantería, que expulsó al enemigo de sus posiciones.

Una inspección de los tractores blindados que volvían de la batalla probó que su blindaje de 10-20mm era bastante efectivo contra balas y metralla, pero no de los proyectiles de 45mm, que lo atravesaban. Sin embargo, el mando soviético quedó bastante satisfecho con los nuevos vehículos blindados y ordenó que continuaran su producción. En total, según varias estimaciones, se produjeron entre 55 y 69 “tanques de Odessa”.

Después de que 20 tanques improvisados aterrorizaran a la infantería rumana durante un ataque nocturno el 20 de septiembre, se les dio un nuevo nombre: el NI-1, que venía de la expresión Na ispug, que significa “para atemorizar”. Menos de dos semanas después, los tanques improvisados soviéticos llevaron a cabo su operación más exitosa.

El 2 de octubre, cerca de la aldea de Libental, en los suburbios de Odessa, los tanques NI-1 participaron en un repentino ataque contra unidades del 4º Ejército rumano, en el que el enemigo fue completamente derrotado y se capturaron 24 piezas de artillería, así como ametralladoras y morteros. Durante el ataque, siete tanques improvisados fueron destruidos.

Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, los Yanvartsi fueron incapaces de impedir la caída de la ciudad. Los días 15 y 16 de octubre de 1941, dieron cobertura a la evacuación de las últimas unidades del Ejército Rojo del puerto de Odessa. Varios NI-1 fueron volados por las tropas soviéticas antes de su retirada, más de una docena quedaron abandonados en las calles de la ciudad y pronto cayeron en manos de los rumanos.

Uno de muchos

El NI-1 no fue el único tractor blindado creado durante la Segunda Guerra Mundial. Esos vehículos se produjeron en todos los lugares donde había capacidad técnica para ello.

Por ejemplo, más de 50 sistemas improvisados de artillería autopropulsada, el JTZ-16, se fabricaron en Jarkov usando tractores como base. Aunque estaban armados con un cañón estático de 45 mm, ofrecían escasa protección y visibilidad y eran demasiado lento. No funcionaron demasiado bien en las batallas contra las tropas alemanas.

Los tanques improvisados se utilizaron no sólo en el Frente Oriental. Para repeler una posible invasión japonesa de Nueva Zelanda, se creó el llamado tanque Bob Sample (llamado así por el autor de la idea, el ministro de obras de Nueva Zelanda). Hechos apresuradamente, estos vehículos tenían características técnicas y de combate deficientes y fueron ridiculizados por la sociedad neozelandesa. Apodado “el peor blindado jamás construido”, el “tanque” Bob Sample nunca entró en producción masiva.

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