El Ejército Rojo rara vez luchó codo con codo junto a tropas americanas o británicas en durante la Segunda Guerra Mundial. Operaron en diferentes frentes, separados por miles de kilómetros y persiguiendo sus propios objetivos. Sin embargo, se registraron varios episodios de cooperación.
Operación ‘Countenance’
En el verano de 1941, cuando las tropas soviéticas sufrían duras derrotas por parte de la Wehrmacht, Stalin y Churchill decidieron abrir un nuevo frente a miles de kilómetros de Europa, contra Irán. La razón de lanzar esa ofensiva fue la fuerte conexión pro-germana de este país de Oriente Medio.
El Tercer Reich no sólo tenía una influencia colosal en la economía y política de Irán, sino que también había desplegado una profunda red de inteligencia en el país persa. Para acabar con la amenaza potencial contra la tranquilidad de la frontera sur de la Unión Soviética, así como para para asegurar una ruta fiable para los suministros británicos de armas y municiones a la URSS, los dos países invadieron conjuntamente Irán el 25 de agosto de 1941.
Aquí puede ver a través de una galería de fotos cómo se produjo la invasión de Irán, denominada Operación ‘Countenance’, cuando los soldados soviéticos y británicos se dieron la mano como aliados por primera vez.
Operación ‘Benedict’
Casi al mismo tiempo que los soviéticos y los británicos luchaban conjuntamente en el cálido sur, también iniciaron una lucha común en el gélido Ártico. A finales de agosto y principios de septiembre de 1941, 39 aviones de combate Hurricane, 30 pilotos de la RAF y varios centenares de técnicos y auxiliares llegaron a los puertos del norte de la Unión Soviética.
Se suponía que cientos de aviones de combate británicos iban a ser entregados a la URSS como ayuda en su lucha contra los nazis. La misión de los pilotos de la RAF era entrenar a sus colegas soviéticos para volar en ellos. Sin embargo, la cosa no se quedó en mera enseñanza: los pilotos británicos también ascendieron a los cielos para luchar contra sus enemigos alemanes y finlandeses.
Aquí puede leer sobre cómo los pilotos de la RAF vivieron y lucharon en el Ártico soviético en el otoño de 1941 y qué papel jugaron en la defensa de la región durante aquellos tiempos difíciles.
Convoyes del Ártico
Los convoyes árticos fueron una de las principales formas con las que Occidente ayudó a la Unión Soviética durante la guerra. Tanques, aviones de combate, combustible, municiones, materias primas y alimentos fueron suministrados en masa, y jugaron un papel importante en la victoria final sobre el enemigo.
Como la ruta de los convoyes pasaba peligrosamente cerca de la Noruega ocupada por los alemanes, los aliados tuvieron que coordinarse estrechamente para proteger los barcos y su cargamento contra los hombres de la Luftwaffe y la Kriegsmarine. La Armada Británica escoltó los convoyes hasta las aguas costeras soviéticas, donde el ya citado material fue entregado bajo el paraguas de la fuerza aérea y la marina de la Flota del Norte Soviética.
Operación ‘Frantic’
En febrero de 1944, la Fuerza Aérea de EE UU obtuvo permiso de Stalin para usar aeródromos soviéticos para bombardear Alemania. Más de 70 bombarderos y cazas de escolta estadounidenses estuvieron estacionados cerca de la ciudad ucraniana de Poltava, bajo la protección de la artillería antiaérea soviético.
Esta operación, denominada Operación Frantic, tenía por objetivo mejorar las relaciones entre dos países, pero en cambio las dañó gravemente. El 22 de junio de 1944, la Luftwaffe atacó el mencionado aeródromo por sorpresa, destruyendo la mayoría de los aviones de la USAF. Los americanos culparon a los soviéticos por este desastre.
Aquí puede averiguar quién fue realmente el culpable de la fallida operación que pretendía mejorar las relaciones bilaterales entre ambas naciones, pero que en cambio las dañó seriamente.