“Los dinosaurios rusos, como las serpientes en Irlanda, son notables sólo porque son inexistentes”, escribió el famoso paleontólogo estadounidense, Othniel Charles Marsh, a finales del siglo XIX. Y durante mucho tiempo no hubo hallazgos de dinosaurios en el país. ¿Cómo era posible? Cuatro factores jugaban contra los “dinosaurios rusos”.
En primer lugar, en la Era Mesozoica, la era de los dinosaurios, un tercio del territorio actual de Rusia estaba bajo el agua, y los dinosaurios (en el sentido clásico del término) supuestamente sólo vivían en tierra. Se encontraron mosasaurios gigantes, ictiosaurios y plesiosaurios, pero estos estaban clasificados como reptiles marinos.
En segundo lugar, que sus restos fuesen encontrados, estas criaturas tenían que haber muerto en las llamadas “zonas de acumulación de sedimentos” (lagos, pantanos, costas) y haber sido cubiertas rápidamente con limo antes de que otros animales y bacterias pudieran comérselos, o el viento, el sol y la lluvia eliminasen los restos. Es decir, las posibilidades de preservación de los fósiles eran bastante escasas.
Tercero, a diferencia de Estados Unidos, que tiene muchos terrenos baldíos no aptos para la agricultura pero grandiosos para los buscadores de dinosaurios, la mayoría de los “territorios de dinosaurios” más prometedores de Rusia están cubiertos de bosques inaccesibles, lo que hace prácticamente imposible llevar a cabo excavaciones.
Y por último, pero no por ello menos importante, simplemente no hay suficientes especialistas para su localización. Siempre han sido un club de élite en Rusia, pero en este momento el país eslavo tiene menos de diez (!) paleontólogos en activo.
Sin embargo, a pesar de todas las dificultades, se han encontrado dinosaurios en el territorio de la Rusia moderna. Aunque no todos los fósiles han sido identificados, muchos tipos diferentes de dinosaurios que alguna vez vivieron allí son ahora conocidos por la ciencia. Aquí están los 14 más raros y maravillosos.
Dinosaurio herbívoro que vivió durante el Cretácico Superior (hace entre 85 y 70 millones de años), el Nipponosaurus fue descubierto en la parte sur de la isla de Sajalín en 1934, cuando este territorio todavía era japonés. Fue documentado y retirado por científicos japoneses. Cuando la isla pasó a Rusia, no se encontraron más especímenes. ¡Pero la esperanza nunca muere!
Otro dinosaurio de pico de pato que vivió en el territorio de Rusia más o menos al mismo tiempo, hace entre 70 y 66 millones de años, fue documentado en 1991 y recibió el nombre de Amurosaurus en honor al río Amur. Los primeros huesos de estos dinosaurios fueron descubiertos por científicos rusos a principios del siglo XX, pero durante mucho tiempo no consiguieron recrear la imagen de la criatura prehistórica. Hoy en día se sabe que fue un dinosaurio herbívoro bastante grande (3 metros entre la parte superior de los hombros) con una cresta en la cabeza y varios miles de dientes, lo que le permitía masticar casi cualquier alimento. Es más, incluso encontraron dientes mezclados con ácido gástrico, lo que significa que podían tragarse sus propios dientes viejos.
Otro gran dinosaurio de pico de pato, el Olorotitan, también fue encontrado en esta zona. Podía alcanzar los 12 metros de longitud y tenía una gran cresta nasal hueca, que probablemente utilizaba para emitir sonidos de trompeta. Los fósiles del Olorotitan fueron encontrados en 1991, seguidos por el descubrimiento en 1999 de un esqueleto casi completo y articulado, el primer hallazgo de este tipo en Rusia.
El herbívoro Kerberosaurus o Cerberosaurus, llamado así por el perro guardián de tres cabezas que guardaba la entrada al Hades en la mitología griega, también fue encontrado en las orillas del río Amur, en un yacimiento que data de hace unos 70 a 66 millones de años. Según los paleontólogos, era un reptil grande, de unos 10 metros de largo, y a pesar de no tener cresta, tenía varias características que lo marcan como un dinosaurio de pico de pato, en particular, de pico ancho y dientes abundantes para masticar alimentos.
El herbívoro Kulindadromeus vivió en el krai del Transbaikalia hace unos 150 millones de años y fue descubierto por científicos rusos en 2010. El esqueleto casi completo con las huellas de su piel fue uno de los hallazgos más sensacionales de Rusia. Era un dinosaurio bípedo, de 1,5 metros de largo y con piel distinta en diferentes partes del cuerpo, incluyendo tres tipos de escamas en las extremidades traseras, la cola, la cabeza y el área del pecho, y tres tipos de plumas en el húmero, el fémur y los huesos de la espinilla.
El hallazgo fue importante no sólo para la ciencia, sino también para la administración local: la imagen de este primer dinosaurio emplumado fue incluida en el escudo de armas del distrito de Chernishevski, en Transbaikalia.
Otro dinosaurio que se convirtió en parte de un escudo de armas regional, Psittacosaurio, fue descubierto en Siberia en 1953. Herbívoro del Cretácico (hace unos 129 o 113 millones de años), descrito como el mayor representante de su especie, el Psittacosaurus siberiano alcanzaba los 185 cm de longitud y pesaba hasta 30 kg.
También se le conoce como el “dinosaurio loro” por su extraño aspecto: tenía un pico, protuberancias en forma de cuernos y algo parecido a púas o plumas en la cola
Uno de los hallazgos más interesantes jamás hechos en el krai de Krasnoyarsk, es este dinosaurio depredador, descubierto por el historiador local y paleontólogo aficionado, Serguéi Krasnolutski, cerca de la ciudad de Sharípovo. Este animal, al que se le dio el nombre de Kileskus, vivió hace unos 168 o 166 millones de años y es uno de los parientes más antiguos del famoso Tyrannosaurus rex. Alcanzaba los 5 o 6 metros de longitud y 1,7 metros de altura, y pesaba hasta 250 kg.
En la misma zona, Krasnolutski también encontró un esqueleto gigante de un estegosaurio herbívoro de unos 175 millones de años de antigüedad. Este es uno de los esqueletos más completos jamás encontrados en Rusia, y el esqueleto de Stegosaurus más antiguo del mundo. Los estegosaurios alcanzaban unos 4 metros de altura y 9 metros de longitud, y pesaban hasta 4,5 toneladas. Pero su cerebro sólo tenía 80 gramos de peso. Sin embargo, el estegosaurio siberiano era más pequeño (tenía el tamaño de una vaca), y podría haber sido el progenitor de sus parientes posteriores, de mayor tamaño). También se encontraron especímenes de estegosaurio en el arroyo Teete, en Yakutia, de unos 5-6 metros de largo y de unas 3-4 toneladas de peso.
Además de, los restos de uno de los mayores depredadores de la época, el Alosaurus, también fueron encontrados en Yakutia. A pesar de su enorme boca, con dientes doblados hacia adentro de hasta 10 cm de largo, los científicos han calculado que su mordida era más débil que la de un león moderno. Su cráneo, mientras tanto podía soportar una fuerza 15 veces mayor que la de su mordedura, por lo que el Alosaurus usaba eficazmente su cabeza como si fuera un hacha.
Los herbívoros acorazados del tipo ankylosaurus también vivieron en el territorio de la actual Yakutia. Los restos de esta antigua criatura, que medía aproximadamente unos 3 o 4 metros de largo y alrededor de 1 o 1,2 metros de alto, fueron encontrados en Teete. Tenía dientes muy pequeños, y su lomo estaba parcial o totalmente cubierto de una armadura ósea. También se han encontrado caparazones de ankylosaurus de 80 millones de años de antigüedad en la región de Volgogrado. Según los científicos, eran animales imperturbables que vivían en las orillas de cuerpos de agua. Estaban bien protegidos de los depredadores y, aunque eran pesados, no se hundían en los pantanos gracias a sus grandes pezuñas.
Algunos de los hallazgos de dinosaurios más jóvenes (geológicamente hablando) en Rusia fueron hechos en Crimea. En 1934, se descubrieron los primeros restos de dinosaurios cerca de la ciudad de Bajchisarái, y más tarde el famoso geólogo, Anatoli Riabininin, determinó que los huesos habían pertenecido a una especie desconocida de dinosaurio de pico de pato que vivió hace entre 68 y 66 millones de años. Según los científicos, la Crimea casi insular podría haber sido una especie de refugio para el Riabininohadros, que tuvo que luchar para sobrevivir allí. Era relativamente pequeño en cuanto a tamaño, 2,5 metros de alto y hasta 7 metros de largo. A este típico reptil herbívoro también le gustaba pastar cerca de cuerpos de agua dulce.
Llamado así en honor a Tengri, la principal deidad de la mitología turco-mongola, este gigante herbívoro del Cretácico (hace entre 120 y 100 millones de años) fue documentado por científicos rusos en 2017 gracias a tres vértebras de la cola. Fue el primer saurópodo ruso en recibir una designación científica. Alcanzaba una longitud de 12 metros y pesaba hasta 20 toneladas.
Otro saurópodo de dimensiones impresionantes, reconocido oficialmente sólo en 2017, el Sibirotitan vivió en el territorio de la actual Rusia hace unos 120 millones de años. El nuevo reptil fue documentado gracias a los dientes, vértebras y un hueso sacro de aproximadamente medio metro de largo, descubierto durante un período de tiempo cerca de la aldea de Shestákovo, en la región de Kémerovo, en uno de los principales yacimientos de dinosaurios de Rusia. No era el mayor representante de su grupo: el Sibirotitan tenía una cola larga y enorme y un cuello alargado, pesaba aproximadamente 10 toneladas, y alcanzaba unos 12 metros de largo desde la cabeza hasta la punta de la cola. El Sibirotitan, cuadrúpedo, se alimentaba de plantas y, debido a su imponente tamaño, rara vez era atacado por depredadores.
Más recientemente, a finales de 2018, los científicos rusos terminaron de documentar un nuevo dinosaurio, cuyos restos habían permanecido a orillas del río Volga durante unos 130 millones de años. Tres vértebras gigantes habían sido descubiertas en 1982, y varias más fueron encontradas en el mismo lugar unos años más tarde, pero sólo recientemente los científicos pudieron determinar que pertenecían a un titanosaurio desconocido hasta entonces. Fue designado Volgatitan simbirskiensis, o Volgatitan, para abreviar. Este dinosaurio herbívoro gigante con cuello y cola muy largos vivió aproximadamente entre hace 65 y 200 millones de años. Es cierto, como los científicos señalan, que con sus 17 toneladas no era el más pesado de sus parientes prehistóricos hallados en las orillas del Volga.
La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: