Aquí tenéis una lista de capitales extranjeras que todavía recuerdan el paso de los soldados rusos (habiendo y no habiendo sido invitados). No hemos incluido ciudades rusas ni soviéticas.
1. Estocolmo (1743)
En el siglo XVIII, Suecia y Rusia lucharon entre sí muchas veces, pero en la única ocasión en que los soldados rusos entraron en la capital sueca, fueron recibidos con los brazos abiertos. Suecia se enfrentaba a una invasión danesa y sus propios campesinos se amotinaban, por lo que el gobierno de país nórdico pidió a sus antiguos enemigos que garantizaran la seguridad de Estocolmo. Alrededor de 12.000 soldados entraron en la capital en noviembre de 1743 y permanecieron allí hasta el verano.
2. Berlín (1760, 1945)
Cuando el Ejército ruso pisó Berlín por primera vez, era entonces la capital de Prusia, nación adversaria de Rusia durante la Guerra de los Siete Años (1756-1763). Mientras Federico II, rey de Prusia, luchaba contra Austria en Silesia, el Ejército ruso irrumpió en la capital mal protegida. No duró mucho, pero la misión resultó un éxito.
La otra ocasión en que las tropas rusas entraron en Berlín fue mucho más gloriosa. En lo que fue una de las batallas más sangrientas de la Segunda Guerra Mundial (80.000 muertos soviéticos), el Ejército Rojo capturó la capital del Tercer Reich, clavando el último clavo en el ataúd de la Alemania nazi.
3. Roma (1799)
De 1796 a 1797 Napoleón Bonaparte conquistó Italia, lo que supuso una amenaza directa para el resto de Europa. Rusia reaccionó con la expedición italiana y suiza, con la que el comandante Alexánder Suvórov atacó a los franceses. Como parte de esta expedición, el teniente Poitr Balabin avanzó repentinamente sobre Roma desde Nápoles con 800 tropas, obligando a la guarnición francesa a retirarse. Sus hombres se instalaron en la Ciudad Eterna durante varias semanas.
4. Amsterdam (1813)
Después de que Napoleón perdiera la guerra en Rusia en 1812, su espalda se encontró contra la pared. La coalición antinapoleónica se impuso al genial estratega, por lo que ciudades europeas bajo la bandera de Napoleón fueron cayendo una a una, incluyendo las antiguas y futuras capitales de estados independientes. Una de ellas fue Amsterdam, en diciembre de 1813, cuando el general ruso Alexánder von Benckendorff liberó la ciudad, apoyando la rebelión holandesa y dando la bienvenida desde su exilio al príncipe Guillermo II.
5. París (1814)
En marzo de 1814, la coalición finalmente tomó la mismísima capital de Napoleón. El emperador Alejandro I de Rusia desempeñó un papel crucial en la toma de París al trazar un plan que implicaba distraer a Napoleón, que estaba luchando en el sur de Francia, con fuerzas menores y concentrarse en la capital. Después de una ofensiva feroz, el general Auguste de Marmont se rindió, París cayó y Napoleón abdicó.
6. Estambul (1833)
Al igual que en el caso de Suecia, el Imperio otomano pidió ayuda a Rusia, a pesar de la guerra anterior con el país eslavo, y Moscú respondió a esta llamada. En 1833 Muhammad Ali de Egipto, que se había rebelado contra el sultán, tenía los medios para atacar Estambul y derribar el imperio. La flota rusa entró en el Bósforo en febrero de 1833 y permaneció allí cinco meses. Poco dispuesto a luchar contra Rusia, Muhammad Ali dejó en paz a Estambul.
7. Pekín (1900)
En 1900 el Imperio chino cayó en el caos tras la Rebelión de los Bóxers, por lo que las potencias extranjeras (Rusia, Reino Unido, Francia, Alemania, Japón, Estados Unidos. Austro-Hungría y España) intervinieron. Juntas derrotaron al ejército chino, entraron en Pekín e impusieron varios tratados unilaterales. No fue un espectáculo muy bonito. “Durante un mes, los civilizados aliados saquearon la ciudad como lo habían hecho los mongoles hace siglos”, escribió un corresponsal ruso.
8. Teherán (1941)
Este curioso episodio de la Segunda Guerra Mundial no llamó mucho la atención, pero fue importante: para evitar que Irán se uniera al Eje, la URSS y Gran Bretaña decidieron tomar el control del país, obligando al sah proalemán a dimitir. Los británicos y sus aliados atacaron Irán desde el sur, mientras que el Ejército Rojo hizo lo propio desde el norte, rodeando Teherán. El sah fue expulsado e Irán permaneció bajo control directo de los aliados durante el resto de la guerra. Teherán acogió una conferencia entre los líderes aliados en 1943.
9. Bucarest (1944)
En 1944, los soviéticos habían cambiado el rumbo del Frente Oriental de la Segunda Guerra Mundial: se habían deshecho de los nazis y estaban liberando Europa Oriental. Rumania, cuyo líder Ion Antonescu estuvo del lado de Hitler entre 1940 y 1944, fue uno de los primeros países en los que entraron los soviéticos. Sin embargo, el régimen de Antonescu no duró mucho: después de un golpe de Estado, Rumanía cambió de bando y las tropas soviéticas irrumpieron en Bucarest en agosto de 1944.
10. Sofía (1944)
Otro estado obligado a aliarse con Hitler fue Bulgaria, pero el país nunca luchó contra la URSS (a diferencia de Rumania o Hungría). Los búlgaros se apresuraron a derrocar a su gobierno pronazi cuando el Ejército Rojo se acercó a sus fronteras y el nuevo primer ministro declaró la guerra a Alemania, por lo que el Ejército Rojo entró en Sofía pacíficamente el 16 de septiembre de 1944.
11. Belgrado (1944)
El corazón de Yugoslavia, Belgrado, fue ocupado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y sirvió como centro de comando militar alemán. Los germanos lucharon duro para mantener los Balcanes bajo su control, pero el Ejército Rojo y los guerrilleros yugoslavos triunfaron, tomando la capital el 20 de octubre de 1944.
12. Budapest (1945, 1956)
La capital de Hungría, Budapest, era considerada una de las ciudades más importantes para el Eje, Hitler incluso ocupó Hungría para evitar que el país cambiara de bando a medida que se aproximaban los rusos. La batalla de Budapest fue dura y duró tres meses (de octubre a febrero de 1845), cobrándose la vida de aproximadamente 80.000 soldados soviéticos. Sin embargo, el Ejército Rojo ganó, tomando la ciudad y liberando a unos 70.000 prisioneros del gueto de Budapest.
La segunda ocasión en la que los rusos entraron en Budapest no resultó tan heroica. Después de que los ciudadanos húngaros se rebelaron contra su gobierno prosoviético, Moscú envió tropas para reprimir la rebelión. Los enfrentamientos duraron del 23 de octubre al 9 de noviembre de 1956, muriendo en ellos 669 soviéticos y 2.500 húngaros.
13. Bratislava (1945)
Las tropas soviéticas continuaron marchando hacia el oeste a través de Europa mientras la Alemania nazi sentía cada vez más su presión. Bratislava se convirtió el 4 de abril en futura capital de Estado independiente liberado por el Ejército Rojo. Los eslovacos dieron la bienvenida a los soviéticos cuando entraron en su ciudad.
14. Viena (1945)
La capital de Austria, país anexionado por Alemania en el Anschluss de 1938, fue una ciudad clave en el imperio de Hitler y una de las últimas en caer, en 1945. Después de dos semanas de lucha, los soviéticos liberaron la ciudad de los nazis el 13 de abril, capturando un importante distrito industrial y preparándose para el asalto final a Berlín. Austria recuperó su independencia justo después de la guerra.
15. Praga (1945, 1968)
El 2 de mayo de 1945, Berlín ya había caído y Hitler se suicidó. Praga seguía siendo la única bolsa de resistencia importante y el último obstáculo entre la URSS y la victoria en Europa. Del 6 al 11 de mayo los soviéticos irrumpieron en la ciudad mientras las autoridades alemanas luchaban contra ellos y contra el levantamiento checo que estalló para sacudirse el yugo nazi. Después de la caída de Praga, la guerra en Europa finalmente terminó.
Veintitrés años después, las tropas soviéticas volvieron a entrar en Praga, impidiendo que los checos cambiaran su propia política y adoptaran el socialismo. Junto con los aliados del Bloque de Varsovia (Hungría y Bulgaria), la URSS envió tropas para controlar la soberanía de Checoslovaquia. Las reformas democráticas tuvieron que esperar 20 años.
16. Pyongyang (1945)
El 8 de agosto de 1945, tres meses después de la derrota de Alemania, la URSS declaró la guerra a Japón, borrando rápidamente el ejército Kwantung del continente. Liberaron la ciudad coreana de Pyongyang, que pronto sería la capital de la prosoviética Corea del Norte, el 20 de agosto. Los coreanos, privados de su independencia desde 1910, recibieron al Ejército Rojo con los brazos abiertos. No tenían ni idea de que los problemas de Corea estaban lejos de haber terminado, con la separación de la península en norte y sur y una sangrienta guerra por delante.
17. Kabul (1979)
El año 1979 fue desastroso para Afganistán, con los rebeldes controlando gran parte del país, sin mencionar los golpes de Estado que hicieron añicos el partido gobernante prosoviético y los rumores de que el líder afgano podría ponerse del lado de los EE UU. Moscú decidió cambiar el régimen (Hafizullah Amin fue asesinado) y enviar tropas. No supuso una decisión fácil y, al final, tampoco fue buena. La participación en la guerra afgana le costó 15.000 vidas a la URSS y el gobierno prosoviético cayó semanas después de la salida de las tropas del Ejército Rojo en 1989.
Los rusos nunca conquistaron Madrid, pero… ¿Sabías que Rusia y España estuvieron en guerra una vez y que en aquella guerra no murió nadie? Pincha aquí y conoce esta curiosa historia.