¿Qué hacían los soldados soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial además de luchar?

Los primeros años del conflicto fueron catastróficos y los soldados soviéticos apenas tenían ni tiempo ni oportunidades para dedicarse a los placeres más sencillos. Tomar un baño y comer una comida caliente eran a menudo la única fuente de alegría para unas tropas hambrientas y exhaustas. 

 

El Ejército Rojo estuvo al borde de la destrucción durante el desastroso período inicial de la guerra. Los soldados soviéticos estaban constantemente desplegados en primera línea y no tenían tiempo para descansar o recuperarse.

Incluso era difícil encontrar momentos para seguir las reglas básicas de higiene, especialmente para quienes estaban en el frente. A diferencia de los soldados alemanes, a las tropas soviéticas rara vez se les permitía salir, incluso durante cortos períodos, como el habitual pase de 48 horas. Por eso, si alguno tenía la opción de bañarse, afeitarse o limpiar y reparar su uniforme, ya era una gran alegría.

La ausencia de higiene adecuada provocaba enfermedades e infecciones. Además de los alemanes, los soldados soviéticos tenían otro enemigo mortal: los piojos. Gran parte del tiempo y la atención de un soldado se dedicaba a luchar contra este parásito. Hasta el 96% de los soldados soviéticos tuvieron piojos durante la guerra.

El veterano de guerra Alexánder Shumilin recordaba: “Los piojos se arrastraban bajo las vendas, se comían la carne y las heridas. Los heridos gritaban y se volvían locos. No puedes quitarte un vendaje...”.

Para combatir los piojos se desplegó una flota de trenes especiales equipados con baños desinfectantes. Estas compañías operaban en áreas fuera del alcance de los trenes ordinarios. La mayoría de las veces los soldados se veían obligados a quitarse los piojos ellos mismos, a buscar el humo en los fuegos a cielo abierto o a hervir la ropa para matar a los diminutos insectos.

Normalmente los soldados soviéticos comían dos veces al día: justo después del amanecer y después del atardecer. Pero esto se lo podían permitir solo las tropas en la retaguardia. Quienes estaban en la primera línea y combatían directamente contra el enemigo, pasaban días enteros con hambre, especialmente entre 1941 y 1942.

Para levantar el ánimo de las tropas, los soldados recibían una ración diaria de 100 g de vodka. Sin embargo, esta práctica se abandonó a mediados de 1942. Solo se daba alcohol a los soldados antes de una ofensiva, a los pilotos antes de los vuelos de combate y a algunos miembros de la retaguardia.

Durante períodos de intensas y dramáticas batallas, los soldados soviéticos recibían habitualmente visitas de actores y cantantes, un entretenimiento dirigido a levantar la moral de las tropas. Unos pocos afortunados tuvieron la oportunidad de ver a ídolos soviéticos de la pantalla y verlos actuar en vivo.

Lidia Ruslánova, famosa cantante de canciones populares, estuvo en numerosas ocasiones con las tropas soviéticas en las batallas más importantes y estratégicas. Nunca interrumpió sus conciertos, ni siquiera cuando comenzaron los ataques alemanes. El 2 de mayo de 1945 actuó en las escaleras del Reichstag.

Klavdia Shulzhenko y su banda de jazz sirvieron de inspiración a muchos de los defensores de Leningrado, en los 900 días de sitio que sufrió la ciudad. La visitó gran cantidad de veces. Llegaron a concederle la medalla de la Defensa de Leningrado.

La estrella de cine y cantante soviética Liubov Orlova dio conciertos a los soldados en casi todos los frentes de batalla.

El popular cantante soviético Leonid Utiósov y su banda no solo actuaron ante las tropas, sino que regalaron dos aviones de combate Lávochkin La-5, cuya construcción habían pagado.

Durante los raros momentos de tranquilidad, los soldados soviéticos jugaban al ajedrez, al dominó y a las damas.

La lectura también era una de sus ocupaciones favoritas. Algunos tenían sus propios libros, aunque muchos preferían reunirse alrededor de un hombre que leía el periódico. Si alguien quería leer en voz alta una carta personal, siempre era bienvenida con alegría.

Aquí puedes ver 15 famosos carteles soviéticos de la Segunda Guerra Mundial. 

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