En la primavera de 1994 Dzhojar Dudáiev, jefe de los separatistas chechenos, comenzó a prepararse para la guerra. Estos preparativos incluyeron un plan de acción detallado para las Fuerzas Armadas chechenas durante las operaciones de combate.
Dudáiev, como piloto militar, sabía que había que dar un papel especial a la Fuerza Aérea. Los ataques aéreos contra fuerzas enemigas siempre causan graves daños a sus condiciones físicas y psicológicas. En septiembre de 1994, Dudáiev estaba listo para aplicar el Plan “Lasso”, en el que definió una distribución detallada de sus aviones de combate y dio diversas órdenes a todas las unidades. A finales de septiembre, todos estaban listos para el combate.
Dzhojar Dudáiev.
WikipediaEn el lado ruso había 515 aeronaves de combate aéreo. Por decreto del Ministro de Defensa, se formó un grupo especial de combate aéreo, compuesto por bombarderos de la división de aviación táctica del 4º Ejército del Aire. Las fuerzas principales estaban estacionadas en los campos de aviación de Beslán y Mozdok, a cientos de kilómetros de Grozni. La composición de estas fuerzas aéreas consistía principalmente en aviones de ataque Su-25, Su-24, bombarderos supersónicos de largo alcance como el Tu-22 y aviones de caza MiG-29, entre otros.
El lado checheno contaba con unos 250 vehículos aéreos de combate. Entre ellos se encontraban entrenadores de combate L-29 (Delfín) y L-39 (Albatrós), aviones de combate MiG-15 y MiG-17, helicópteros multipropósito Mi-8 y otras armas. Los Delfín y Albatrós son capaces de transportar sistemas de misiles NURS y bombas de 100 kilogramos.
Las tropas rusas comenzaron la operación con actividades de inteligencia. Los primeros vuelos fueron realizados por aviones de reconocimiento Su-24. A continuación se produjeron los primeros ataques aéreos contra dos aeródromos (Jankalá y Kalínovskaia) llevados a cabo por Su-25 el 1 de diciembre de 1994. A pesar del ataque sorpresa, los chechenos no perdieron ni un solo avión. El aeródromo de Grozni-Norte fue atacado por la tarde, y alrededor de una docena de aviones fueron destruidos.
Después, los aviones de largo alcance se incorporaron a la batalla. La campaña aérea fue exitosa. La Fuerza aérea rusa realizó unas 200 misiones y destruyó casi toda la escuadra aérea de Dudáiev. También bombardearon pistas, campos de antenas y un almacén de municiones. Como resultado de esta operación, ningún avión de la flota de Dudáiev pudo elevar el vuelo.
Alla Dudáieva (esposa de Dzhojar Dudáiev) contó más tarde que sólo un viejo An-2 (popularmente apodado “Fumigador”) fue capaz de despegar. Se trataba de un intento desesperado por parte de los chechenos de oponer al menos cierta resistencia a la Fuerza Aérea rusa. Este An-2 fue derribado inmediatamente, mientras aún estaba tomando altura después de despegar. A pesar del plan “Lasso”, el Ejército Aéreo de Dudáiev no estaba preparado para los ataques de la Federación rusa.
Esta fue la operación más exitosa de las tropas rusas durante la guerra de Chechenia. Dudáiev dio una respuesta digna a los ataques de diciembre, enviando un telegrama al jefe de la Fuerza Aérea rusa, felicitándolo por el “el logro del gobierno en los cielos sobre Ichkeria”. Dudáiev terminaba su misiva con una promesa inequívoca: “Nos veremos sobre el terreno”.
El original de este texto fue publicado por Rússkaia Semiorka en ruso.
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