1. El terremoto de Asjabad
El velo de secretismo que rodeaba a la mayoría de los incidentes en la URSS es una de las principales razones por las que todavía no está claro el verdadero alcance de algunas tragedias. Entre otros sucesos, se encuentra el devastador terremoto que tuvo lugar en la capital del Turkmenistán soviético en 1948.
Ocurrió la noche del 6 de octubre y tuvo 7,5 grados de magnitud. Se dice que el epicentro tuvo una magnitud de 10 grados. Según algunas estimaciones, el 98% de los edificios de Asjabad fueron destruidos. Hubo una enorme cantidad de víctimas, aunque se desconoce el número exacto. Las cifras varían mucho, desde los 10.000 hasta los 110.000 o incluso más. Tal y como declararon los medios, en el libro del anterior líder turkmeno, Saparmurat Niyázov (cuya madre murió en el terremoto), hubo 176.000 fallecidos.
Según el historiador Shokhrat Kadírov, la mayoría de las víctimas perecieron en los escombros de sus propias casas, que eran estructuras simples con techos hechos a base de varias capas de adobe. “Debido a la cantidad de víctimas, las pérdidas y los costes de la reconstrucción, esta catástrofe fue una de las mayores en el territorio del Imperio ruso y de la URSS. Aunque se supo sobre ella mucho más tarde, de manera gradual, a lo largo de varias décadas”, comenta el geólogo Andréi Níkonov. En la operación de rescate llegaron a participar 30.000 militares.
La primera noticia sobre lo ocurrido fue una nota concisa que se publicó en la prensa soviética el día 9 de octubre. En el diario Pravda se decía: “Las fábricas, muchos edificios oficiales y la mayoría de los lugares residenciales de Asjabad han sido destruidos. Hay numerosas víctimas”. Al mismo tiempo, los que abandonaron la ciudad tuvieron que firmar un acuerdo según el cual no podían revelar nada. En la URSS, todos los documentos sobre el terremoto eran material clasificado. Solo se comenzó a hablar abiertamente de ello en la época de la Perestroika, a mediados de los años 80.
2. La catástrofe de Nedelin
El primer lanzamiento de un misil intercontinental soviético R-16 desde el cosmódromo de Baikonur salió mal. Dos minutos antes del lanzamiento el motor del misil se puso en marcha por sí mismo, lo que provocó un incendio. Días antes de la tragedia se habían detectado una serie de problemas en el sistema de suministro de combustible, pero no fueron resueltos adecuadamente. También hubo varias negligencias en lo que se refiere al cumplimiento de las normas de seguridad.
Debido al incidente, la plataforma de lanzamiento quedó inundada por miles de toneladas de combustible del misil. Mucha gente que estaba cerca del lugar del accidente fue calcinada viva. Se cree que fallecieron al menos 78 personas. Las cámaras instaladas en la plataforma comenzaron a grabar automáticamente y hay imágenes de personas en llamas tratando de salvarse. Pocos fueron capaces de hacerlo.
Entre las víctimas estaba Mitrofán Nedelin, el director de las Fuerzas de Misiles Estratégicos y comandante de Artillería, que estaba en Baikonur debido a la importancia de la prueba. Se dice que su cuerpo pudo ser reconocido solamente por las medallas que había en su chaqueta.
Pocos días después, los medios soviéticos informaron de que el mariscal había fallecido en un accidente de avión. Fue enterrado en la muralla del Kremlin. El público supo acerca de la catástrofe en 1989.
3. Estampida en el estadio Luzhnikí
Esta tragedia tuvo lugar en Moscú en 1982, durante un partido de la Copa de la UEFA entre el Spartak de Moscú y el Haarlem holandés. Los jugadores soviéticos se enteraron acerca del incidente un día después.
Era un frío día de invierno y poca gente había ido a ver el partido, así que solo había una parte del estadio abierta al público. Aunque esa parte estaba llena de hinchas del Spartak. Cuando el partido estaba a punto de acabar, el público comenzó a abandonar el estadio, pero solo había una salida abierta. Así que cuando el gentío se agolpó y una chica cayó accidentalmente por las escaleras, tuvo lugar una estampida. Una de las escaleras se hundió debido al peso de tanta gente, lo que provocó más víctimas.
Se cree que murieron 66 personas pero en algunas estimaciones se habla de hasta 300 víctimas. La mayoría eran jóvenes entre 14 y 19 años. Un periódico local informó sobre el suceso y decía que varias personas habían resultado heridas. La verdadera escala de la tragedia se reveló siete años después, durante la Perestroika.
Según los historiadores, la naturaleza cerrada del régimen político soviético era una de las razones para que no se difundiera información sensible acerca de las tragedias. El Estado tenía un control total sobre los medios de comunicación y no quería preocupar a la gente o minar la legitimación del régimen político.
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