'Manifestación del 17 de octubre de 1905', obra de Iliá Repin.
Museo Estatal RusoLa primera huelga de trabajadores, que contó con el apoyo de la oposición liberal, ganó fuerza tras la guerra ruso-japonesa de 1905, que provocó que la opinión pública se posicionara contra el Gobierno. 120.000 trabajadores fueron a la huelga durante una semana a principios de enero. El día 9 de ese mes, 100.000 personas hicieron una marcha con iconos y retratos del zar hasta la Plaza del Palacio, junto al Palacio de Invierno, en San Petersburgo. La tropas del zar dispararon contra la gente y hubo 130 muertos y miles de heridos. El trágico día se conoció como el “Domingo Sangriento”.
Como reacción a la masacre más de 400.000 trabajadores de todas las clases sociales participaron en una serie de protestas a lo largo del mes de enero. Se formaron diferentes grupos y sindicatos, como la Unión de Mujeres por la Igualdad. La dura respuesta del monarca se encontró con una huelga general en septiembre y en octubre, prácticamente toda la red de ferrocarriles estaba parada. En ese momento los asesores del zar Nicolás II le propusieron hacer concesiones, temiendo que podía perder el trono.
El 30 de octubre (el 17 de octubre en el calendario juliano) Nicolás II promulgó el Manifiesto de Octubre que garantizaba libertades civiles y la creación de un parlamento.
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