Una pareja de enamorados en una canoa, un par de divertidos caracoles, una niña leyendo un libro y aferrando su osito de peluche al corazón: se necesitaron cuatro toneladas de paja para crear estas esculturas gigantes.
En un parque de Nizhni Nóvgorod, en el marco del festival Energuia+, ha surgido una galería de esculturas de paja que tiene como tema “Historias de familia”.
La paja ha sido elegida como símbolo de la fuerza y la fragilidad de la naturaleza, y en las hábiles manos de los diseñadores se ha convertido en una obra de arte. 17 artistas de Moscú, Omsk, Perm, Krasnoyarsk, Riazán, Tula y otras ciudades rusas trabajaron en sus creaciones, poniendo en práctica ideas generadas por la inteligencia artificial.
Quienes pasen por la ciudad podrán contemplar estos gigantes de paja hasta finales de septiembre.
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