Irina nació en Moscú, donde empezó a estudiar periodismo, pero a los 18 años decidió darle un giro radical a su vida. Dejó la capital rusa para ir a México. Al llegar allí, empezó a estudiar actuación en el Centro de Educación Artística (CEA), de Televisa.
“Desde chiquita me gustaba la actuación. Veía novelas, rusas y latinoamericanas, y películas y siempre me interesaba el backstage y el detrás de cámaras. Quise entrar a estudiar actuación en Rusia, pero mis papás me sugirieron estudiar otra carrera ‘más seria’. Por eso me metí a estudiar periodismo. Y cuando surgió la posibilidad de estudiar actuación en México no lo pensé dos veces”, cuenta Irina en una entrevista a los medios mexicanos. “Fue una corazonada, como dicen aquí. Fue de las mejores decisiones de mi vida. En ningún momento me arrepentí de haberlo hecho”, comenta la actriz.
En 2015 la moscovita ya arrancó su carrera artística en México y tan solo en un año llegó a cosechar el éxito internacional. Su primer papel fue el de Katia en Muchacha italiana viene a casarse, luego encarnó a Daniela en Pasión y Poder y después llegó el papel de la protagonista en Vino el Amor, que se ha convertido en la serie más vista en EE UU en 2016.
Recientemente, ha interpretado a la villana en Nadie como tú y actuará en la nueva telenovela La historia de Juana.
Una rusa con acento mexicano
La actriz confiesa que una de las mayores dificultades a las que tuvo que enfrentarse al llegar a México fue el idioma. Irina empezó a aprender español en Rusia. Dice que le ayudaron mucho las telenovelas mexicanas, como Rebelde y Teresa. La joven moscovita pasaba horas pegada a la pantalla y repitiendo frases de los protagonistas. Pero además, tuvo que echarle mucho tiempo a la gramática española. Sin embargo, según reconoce la actriz, lo más difícil fue llegar a tener el acento mexicano: “Es la parte más complicada, que me llevó alrededor de tres años y mucha paciencia”, comenta Irina.
Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes
LEE MÁS: 7 modelos rusas que revolucionan las pasarelas más prestigiosas del mundo