Le hemos pedido a una de nuestras redactoras que nos explique cómo conquistar el corazón de una mujer rusa.
Conocerse
La mejor manera de conocer a una chica rusa es hacerlo en compañía de sus amigos. Si es alguien de su círculo quien le presenta al hombre en cuestión, ella enseguida le tratará con total confianza, porque el principio “los amigos de mis amigos son mis amigos” es fundamental en la sociedad rusa.
Pero si no se presenta la oportunidad, siempre se puede conocer a una chica rusa por la calle o en cualquier otro lugar público. En este caso, la forma más simple de hacerlo es pidiéndole ayuda. Decidle que venís de otro país, que no habláis ni una sola palabra en ruso y que no hay forma de encontrar la Galería Tetriakov o el Teatro Bolshói. Después, preguntadle qué os recomendaría visitar y cuáles son sus lugares preferidos de la ciudad.
Es mejor no empezar con una avalancha de cumplidos, esto puede asustarla y no tardará en hacer conjeturas sobre vuestras verdaderas intenciones. Si le exponéis algún tipo de petición razonable podréis evitar este tipo de suposiciones. Como muestra de agradecimiento, podéis invitarla a tomar una taza de café. Decidle que os gustaría mucho que os hicierais amigos y que queréis aprender más cosas sobre la cultura rusa.
El inicio de la relación
Si habéis conseguido su número de teléfono, os felicito. Pero incluso en este caso hay que ser cauteloso y tener en cuenta una serie de normas.
No la llaméis con demasiada frecuencia o a horas intempestivas, a las chicas rusas no les gustan las impertinencias. Absteneos de preguntarle dónde está, con quién y qué está haciendo, es mejor interesarse por su estado de ánimo, preguntarle cómo se siente. Lo tomará como una muestra de atención en vez de un intento de controlarla.
La primera cita
Durante la cita, mostraros atentos y caballerosos (esto es un consejo para tratar a cualquier chica, no solo a las rusas). No os olvidéis de los buenos modales, esto os resultará útil.
A diferencia de las chicas europeas o norteamericanas, las rusas no son tan feministas. Ellas sí valoran que les abran la puerta y les ayuden a quitarse o ponerse el abrigo. Regalar flores es imprescindible. Para las rusas este es un elemento muy importante en el cortejo. Al principio de la relación es mejor abstenerse de hacer regalos, sobre todo regalos caros, porque la chica puede interpretar que estáis intentando comprarla. Otra cosa muy distinta es pagar la cuenta de la cafetería o el taxi.
Si el tiempo lo permite, invitadla a dar un paseo para que os enseñe sus lugares favoritos de la ciudad. Las conversaciones sobre arquitectura o historia os irán trasladando a un terreno más personal y profundo. Preguntadle si tiene algún vínculo personal con los lugares que os enseñe, si cuando era niña solía pasear por allí. Este tipo de recuerdos sueles despertar emociones positivas.
Si no hace buen día para pasear, invitadla a ver una exposición. Aquí podéis luciros, tan solo tenéis que memorizar algunos datos interesantes y entablar una conversación distendida. A las chicas rusas les gustan los hombres cultos y polifacéticos, por esto esta estrategia puede resultaros útil.
Particularidades de las chicas rusas
Las chicas rusas, sobre todo las que viven en las grandes ciudades, son independientes y ambiciosas. Intelectualmente no tienen nada que envidiar a los hombres, y en su trayectoria profesional tampoco, pero para ellas la familia es fundamental. Por esto los hombres que se muestren dispuestos a entablar una relación seria y a largo plazo tienen más posibilidades de éxito.
Siempre cuidan de su aspecto: se peinan, se hacen la manicura, se maquillan y se ponen un vestido espectacular. No hay una sola chica que se respete a sí misma que salga de casa sin haberse arreglado. Por esto es mejor fijar el encuentro con al menos un día de antelación. Haced un esfuerzo para estar a la altura. Las bambas y la ropa de la tienda de deportes seguramente estén fuera de lugar, pero si os presentáis con traje y corbata la atmósfera puede resultar excesivamente oficial. Así que la mejor elección es el smart-casual.
Las chicas rusas nunca compiten con los hombres. A diferencia de las europeas, no tratan de demostrar que no ceden ante el sexo fuerte. Su lema es ser una mujer de verdad al lado de un hombre de verdad. Pero tampoco hay que recrearse y comportase como un macho.
Si seguís estas sencillas normas, podréis convenceros por propia experiencia de cuán maravillosas y sorprendentes son las chicas rusas.
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