El perfil de una chica, un ojo, un dragón, un hombre bajo una manta. Maxim Pechenkin dibuja estos cuadros con la ayuda de una escoba y una pala. Hace líneas anchas con un rascador. Se orienta por las marcas del campo de fútbol, que brilla ligeramente a través de la nieve fresca.
"Lo mejor es dibujar en la nieve fina, - dice Maxim, - con una escoba se puede barrer algo y hacer una sombra. Pero cuando la nieve es gruesa, no se puede hacer nada, hay que limpiarlo”.
Pero se las arregló para dibujar un dragón sobre la nieve espesa. "Es tan primitivo, como un grabado. No hay sombras".
Considera que su dibujo más logrado es el de un hombre bajo una manta. "Es como si este campo estuviera hecho para él".
Pero a diferencia del papel, los dibujos en la nieve no duran mucho: una hora o dos y toca limpiar el campo de fútbol para el partido. "El dibujo de un ojo fue el que más duró. Pasó la noche. Vine y le añadí pestañas", dice Maxim.
Maxim dice que simplemente le gusta dibujar, y que en su tiempo libre lo hace sobre el papel. "Para mí también es algo increíble, cada vez no sabes cómo va a salir". Llama en broma a sus obras de arte en la nieve "gamberradas". Y sus vecinos esperan ansiosos sus nuevos dibujos.
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