A principios del siglo XX, en diferentes regiones de los Urales se tenía noticia de la existencia de poblaciones de gatos con pelaje rizado. Nacían de animales de pelo liso, entre los que había tanto esponjosos siberianos como mestizos de pelo liso.
El progenitor de la raza oficialmente reconocida de los ural rex fue un gato Vasili, que nació en la ciudad de Zarechni, en la región de Sverdlovsk, a finales de los años 80. Su madre era la gata Mura.
Los felinólogos de Ekaterimburgo supieron de su existencia y convencieron a los dueños para mostrar un gato poco común en una exposición, donde atrajo una merecida atención.
Pero no fue el único. En 1992, otra gata con gatitos de este tipo participó en una exposición. Musia era una siberiana de pelo largo, y sus dos gatitos nacieron con rizos. Ambos gatitos fueron adquiridos por criadores de Leningrado.
Así, los felinólogos establecieron que el gen del pelo rizado es recesivo, y empezaron a criar ural rex a propósito.
Los criadores intentaron introducir a los ural rex con otros gatos de pelo rizado, pero esas parejas daban a luz gatitos de pelo liso. Resultó que el gen del rizo de los ural rex es diferente. En ningún otro lugar de Rusia se han observado estos gatos. Los rizos se forman en el ural rex en la infancia, y es un pelaje fino con una doble onda plana. A los tres o cuatro meses el gatito tiene rizos pronunciados, y en seis o siete meses cuenta con ondas planas.
El estándar de la raza se fijó a mediados de la década de 1990. Sin embargo, no hay muchos criadores. La mayoría viven en la región de Sverdlovsk, aunque también los hay en Moscú y San Petersburgo.
Los ural rex son una raza autóctona y gozan de buena salud. Viven entre 12 y 16 años.
Este minino, a pesar de sus modestos parámetros (el peso de un adulto es de unos 4 kg), tiene un apetito saludable, complexión atlética y carácter sociable.
A diferencia de otras razas, los ural rex no requieren grandes cuidados, basta con peinarlos de vez en cuando. Comen con gran apetito, pero se mantienen delgados hasta la vejez. Lo interesante es que incluso se recomienda alimentar a esta raza con piensos naturales, no especiales. Además de la carne, les gusta la avena, el arroz y el trigo sarraceno, así como las manzanas y las zanahorias.
Hasta ahora, este fenómeno está poco estudiado, pero los criadores aseguran que los maullidos de los rex sólo se producen en la infancia. Es casi imposible oír de ellos un "miau" irritado. Pero al mismo tiempo "ronronean", hablando a su manera.
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